MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores han descubierto que, al restringir la glucosa en las células del cáncer de pulmón, hacía que éstas perdieran sus características especializadas, lo que las hacía más agresivas. Este cambio se vinculó a la alteración de ciertas moléculas y a cómo modifican la estructura del ADN, según publican en la revista 'Cancer Research'.
Uno de los rasgos distintivos del desarrollo de las células cancerosas es su dependencia del azúcar, especialmente de la glucosa, para crecer y dividirse. Los científicos llevan mucho tiempo estudiando cómo restringir o bloquear este proceso que favorece el crecimiento tumoral, denominado glucólisis, para evitar que se produzca, como posible estrategia eficaz contra el cáncer.
Anteriormente, investigadores del Centro Oncológico Integral Jonsson de la Universidad de California (UCLA), en Estados Unidos, identificaron una proteína específica, el transportador sódico de glucosa 2 (SGLT2), como mecanismo que las células cancerosas de pulmón pueden utilizar para obtener glucosa.
Los fármacos que inhiben el SGLT2 ya están aprobados por la FDA para otras afecciones, y el equipo de la UCLA descubrió que estos medicamentos también podían retrasar el desarrollo del cáncer de pulmón y mejorar la supervivencia cuando se probaron en ratones, lo que sugiere que estos fármacos podrían reutilizarse para el tratamiento del cáncer de pulmón.
Sin embargo, aunque la inhibición de la glucólisis puede ralentizar el crecimiento de los tumores, los investigadores descubrieron que también puede aumentar la agresividad de las células cancerosas y dificultar su tratamiento. Esto llevó al equipo a buscar otros mecanismos de resistencia en los tumores que seguían creciendo mientras se trataban con la inhibición de SGLT2 y que podrían relacionar la restricción de glucosa con el aumento de la agresividad.
Los investigadores descubrieron que al restringir la glucosa en las células de cáncer de pulmón, se provocaba que éstas perdieran sus características especializadas, lo que las hacía más agresivas. Este cambio se vinculó a la alteración de ciertas moléculas y a cómo modifican la estructura del ADN.
Una de esas moléculas era el alfa-cetoglutarato, que desempeña un papel fundamental tanto en el metabolismo energético como en la regulación génica. Los niveles reducidos de esta molécula afectaron a la forma en que los genes se encienden y se apagan, activando HIF1alfa, un factor de transcripción conocido por su papel en el aumento de la agresividad de las células cancerosas.
Esto llevó a los investigadores a descubrir un conjunto específico de genes, controlados por HIF1alfa, que podrían predecir el grado de agresividad de un cáncer, proporcionando a los médicos información importante que puede ayudar a orientar las decisiones de tratamiento. El equipo también halló posibles formas de impedir que el tumor se alterara más, o se volviera más codicioso, cuando se le privara de sus nutrientes.
"Aunque todavía tenemos que explorar más a fondo los entresijos de este mecanismo, nuestros hallazgos apuntan a una posible estrategia terapéutica que utilice una combinación de tratamientos con moduladores epigénicos o inhibidores de HIF para contrarrestar los efectos no deseados de la restricción de glucosa", afirma el doctor Claudio Scafoglio, autor principal del estudio, profesor adjunto de medicina pulmonar y de cuidados intensivos en la UCLA y miembro del Centro Oncológico Integral Jonsson de UCLA Health.
Este estudio proporciona información crucial sobre el papel de la restricción de glucosa en el desarrollo de un fenotipo agresivo en el cáncer de pulmón.
El descubrimiento sugiere un posible nuevo enfoque combinado para tratar el cáncer de pulmón en fase inicial, utilizando un inhibidor de la glucosa y un inhibidor epigenético que ya están disponibles para otras afecciones y que pueden ayudar a reducir el crecimiento tumoral y contrarrestar el comportamiento agresivo.
Están trabajando más para encontrar el enfoque adecuado que impida la desdiferenciación inducida por la inanición sin causar efectos secundarios significativos.