MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El intestino tiene un reservorio de células madre que forma hasta el 10 por ciento de las células sanguíneas en circulación, según ha revelado una investigación de científicos de la Universidad de Columbia (Estados Unidos).
Hasta ahora, se pensaba que las células sanguíneas se creaban exclusivamente en la médula ósea a partir de una población especial de células madre hematopoyéticas. Sin embargo, este reservorio intestinal, descubierto por un equipo dirigido por la directora del Centro de Inmunología Traslacional de Columbia, Megan Sykes, salió a la luz cuando se dieron cuenta de que la sangre de sus pacientes que habían recibido trasplantes intestinales contenía células del donante.
Los investigadores rastrearon las células sanguíneas del donante hasta su fuente, las células madre hematopoyéticas en el intestino donado. Los investigadores apuntan que cuantas más células sanguíneas de donantes tenía un paciente en circulación, menos probabilidades tenían de rechazar sus trasplantes. "Es posible que los pacientes con un alto nivel de células donantes no requieran tanta inmunodepresión como la que reciben actualmente, y reducir la inmunosupresión podría mejorar los resultados", señala Sykes.
La elaboración de órganos trasplantados con células madre hematopoyéticas adicionales del donante también puede aumentar la interferencia entre el donante y el receptor y aumentar la tolerancia del trasplante. "Eso podría mejorar drásticamente la vida de los pacientes trasplantados. Nuestro objetivo final es obtener tolerancia inmunológica, lo que nos permitiría eliminar la inmunosupresión por completo y que el paciente nos tratara el injerto. Eso es realmente el 'Santo Grial'", asegura el investigador.
Según apuntan los científicos, el análisis de los glóbulos blancos circulantes en pacientes después del trasplante intestinal sugiere que las células derivadas del intestino donado han madurado y han sido educadas en el receptor para que sean tolerantes a los tejidos propios del receptor. Del mismo modo, los glóbulos blancos producidos por el receptor después del trasplante pueden ser educados para tolerar el tejido donado.
"Estamos mostrando claramente que hay interferencias entre los dos grupos de células sanguíneas que protegen el trasplante del sistema inmunitario del paciente y protegen al paciente del trasplante", dice Sykes. Debido a que los pacientes con más células sanguíneas de donantes tenían tasas de rechazo de órganos más bajas, los resultados apuntan hacia nuevas estrategias para manejar el trasplante de órganos.
Ahora, los investigadores están planeando un estudio que intentará aumentar la cantidad de células madre hematopoyéticas durante el trasplante intestinal, lo que se traducirá en mayores niveles de circulación de células sanguíneas del donante, tolerancia inmunológica y una menor necesidad de medicamentos inmunosupresores.