Los niños son capaces de reconocer las caras de personas enfermas

Archivo - Mujer cofundida con la cara borrosa
Archivo - Mujer cofundida con la cara borrosa - SOPHIA FLOERCHINGER/ ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 17 agosto 2023 14:04

MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los adultos y los niños mayores (de 8 a 9 años) son capaces de reconocer y evitar las caras enfermas, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Miami, la Universidad China de Hong Kong Shenzhen, la Universidad de Duke y la Universidad James Madison.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo las enfermedades infecciosas son una de las principales causas de muerte entre los niños. Además, los niños tienen más probabilidades que los adultos de contraer enfermedades infecciosas.

Sin embargo, hay un vacío en la investigación que mide las respuestas de los niños a las caras enfermas. Es importante comprender cómo surge y se desarrolla la capacidad de los niños para reconocer y evitar las enfermedades, con el fin de contribuir a mejorar la salud infantil y la salud pública en general.

En investigaciones anteriores sólo se había informado de que los adultos pueden utilizar las caras para reconocer si alguien está enfermo y juzgar si acercarse a él o evitarlo.

En este nuevo trabajo, publicado en la revista científica 'Child Development', estos investigadores han recopilado fotos de las caras de las personas cuando estaban enfermas de una enfermedad contagiosa de corta duración, como la COVID-19, y cuando se sentían sanas (totalmente recuperadas).

Para llevar a cabo el estudio, se reclutó a niños a través de anuncios 'on line' (como las redes sociales) y asociaciones con organizaciones locales (como centros de maternidad y museos). Los adultos se reclutaron a través del grupo de participantes en la investigación de pregrado de la Universidad de Miami.

La muestra del estudio incluyó 160 participantes de 4 a 5 años, de 8 a 9 años y adultos. Los participantes eran principalmente blancos (70% de los niños de 4 a 5 años, 62% de los niños de 8 a 9 años y 61% de los adultos) y no hispanos (63% de los niños de 4 a 5 años, 71% de los niños de 8 a 9 años y 80% de los adultos).

La mayoría de los participantes tenían un cuidador principal con un título universitario de 4 años (el 33% de los niños de 4 a 5 años, el 33% de los niños de 8 a 9 años y el 42% de los adultos) o un título avanzado/profesional (el 51% de los niños de 4 a 5 años, el 60% de los niños de 8 a 9 años y el 39% de los adultos).

El estudio se realizó 'on line' y los niños participantes se encontraban principalmente en Estados Unidos, así como en Canadá y el Reino Unido. Los padres, los niños y los adultos participantes debían comunicarse en inglés y tener una visión y una audición normales o corregidas a normales. Los niños recibieron una tarjeta regalo de 10 euros y los adultos recibieron créditos de curso por participar.

El estudio se completó en Zoom entre agosto de 2021 y marzo de 2022 a través de juegos 'on line' aptos para niños. A los niños se les presentaron dos caras (una enferma y otra sana) de la misma persona, una al lado de la otra.

En el primer juego, los participantes debían elegir entre las caras ("¿Junto a qué gemelo preferirías sentarte a cenar?") para evaluar su preferencia por acercarse a personas más sanas. A continuación, los participantes hicieron una breve pausa durante la cual se les invitó a jugar a un juego no relacionado de buscar la pelota para evitar la fatiga y aumentar la motivación.

En el segundo juego, se pidió a los participantes que identificaran qué persona se encontraba mal. Se les dijo: "Imagina que eres médico y trabajas en este hospital. En este juego, tu trabajo consiste en averiguar quién está enfermo para ayudarle a sentirse mejor. ¿Qué gemelo crees que está enfermo?". Esta pregunta permitió a los investigadores captar el reconocimiento explícito de la enfermedad por parte de los participantes.

La investigación descubrió que los niños (de 8 a 9 años) pueden evitar y reconocer las caras enfermas. Además, los adultos eran más precisos a la hora de evitar y reconocer caras enfermas que los niños de 8 a 9 años, que eran más precisos que los niños de 4 a 5 años, lo que sugiere que estas habilidades mejoran con la edad.

Los niños más precisos a la hora de reconocer rostros enfermos también eran más precisos a la hora de evitarlos. Estos resultados se suman a la creciente evidencia de que los seres humanos son sensibles a las caras enfermas.