MADRID 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio dirigido por investigadores del University College de Londres y del Instituto Wellcome Sanger (Reino Unido) halla importantes diferencias en la respuesta de las células nasales de los jóvenes y los ancianos al virus SARS-CoV-2, lo que podría explicar por qué los niños suelen experimentar síntomas más leves.
El estudio, publicado en 'Nature Microbiology', se centró en los efectos tempranos de la infección por SARS-CoV-2 en las células a las que primero se dirigen los virus, las células epiteliales nasales humanas (CNE).
Estas células fueron donadas por participantes sanos del Great Ormond Street Hospital (GOSH), el University College London Hospital (UCLH) y el Royal Free Hospital, incluidos niños (0-11 años), adultos (30-50 años) y, por primera vez, ancianos (más de 70 años).
A continuación, las células se cultivaron mediante técnicas especializadas que les permitieron volver a crecer hasta convertirse en los distintos tipos de células que se encuentran originalmente en la nariz.
Utilizando técnicas de secuenciación de ARN unicelular que permiten a los científicos identificar las redes y funciones genéticas únicas de miles de células individuales, el equipo identificó 24 tipos distintos de células epiteliales. A continuación, los cultivos de cada grupo de edad se sometieron a un simulacro de infección o se infectaron con el virus del SARS-CoV-2.
Los investigadores descubrieron que, al cabo de tres días, los CNE de los niños respondían rápidamente al SARS-CoV-2, aumentando el interferón (la primera línea de defensa antivírica del organismo), lo que restringía la replicación viral. Sin embargo, este efecto antiviral precoz fue perdiendo intensidad con la edad.
Los investigadores también descubrieron que los CNE de personas de edad avanzada no solo producían más partículas de virus infecciosos, sino que también experimentaban un mayor desprendimiento y daño celular.
La fuerte respuesta antivírica en los CNE de los niños podría explicar por qué las personas más jóvenes suelen experimentar síntomas más leves. En cambio, el aumento de los daños y de la replicación vírica en los CNE de ancianos podría estar relacionado con la mayor gravedad de la enfermedad observada en los adultos mayores.
"Nuestra investigación revela cómo el tipo de células que tenemos en la nariz cambia con la edad, y cómo esto afecta a nuestra capacidad para combatir la infección por SARS-CoV-2. Esto podría ser crucial para el desarrollo de antibióticos eficaces contra la infección y tratamientos antivirales eficaces adaptados a los distintos grupos de edad, especialmente para los ancianos, que corren un mayor riesgo de contraer una infección grave por Covid-19", ha señalado la directora del proyecto, Claire Smith (profesora asociada del Instituto de Salud Infantil Great Ormond Street de la UCL).
"Al llevar a cabo infecciones por SARS-CoV-2 de células epiteliales 'in vitro' y estudiar las respuestas con secuenciación unicelular, obtenemos una comprensión mucho más detallada de la cinética de la infección viral y observamos grandes diferencias en la respuesta inmunitaria innata entre tipos celulares", ha señalado la doctora Kerstin Meyer (Instituto Wellcome Sanger), coautora principal del estudio.
Los niños infectados por SARS-CoV-2 rara vez evolucionan hacia la insuficiencia respiratoria, pero el riesgo de mortalidad en las personas infectadas mayores de 85 años sigue siendo alto, a pesar de la vacunación y la mejora de las opciones de tratamiento.
La investigación subraya la importancia de tener en cuenta la edad como factor crítico tanto en la investigación como en el tratamiento de las enfermedades infecciosas.
"Resulta fascinante que, cuando eliminamos las células inmunitarias de las muestras nasales y nos quedamos solo con células epiteliales nasales cultivadas en una placa, sigamos siendo capaces de identificar diferencias específicas de la edad en la respuesta de nuestro organismo al SARS-CoV-2 entre los jóvenes y los ancianos para explicar por qué los niños suelen estar protegidos de la COVID-19 grave", ha señalado el doctor Marko Nikolic (División de Medicina de la UCL), coautor principal del estudio.
Según Smith, comprender las diferencias celulares en el inicio de la infección es "solo el principio". "Ahora esperamos investigar las implicaciones a largo plazo de estos cambios celulares y probar intervenciones terapéuticas utilizando nuestro modelo único de cultivo celular.
El equipo sugiere que, en futuras investigaciones, se estudie cómo influye el envejecimiento en la respuesta del organismo a otras infecciones víricas.