MADRID 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Mallas 'adhesivas' de ADN y proteínas expulsadas por glóbulos blancos llamados neutrófilos actúan como el pegamento que une los cristales de calcio y colesterol para la formación de cálculos biliares, según han descubierto investigadores de Alemania que publica su hallazgo en la revista 'Immunity'.
Los enfoques genéticos y farmacológicos que inhibieron la formación de estas llamadas trampas extracelulares de neutrófilos (NET) redujeron la formación y el crecimiento de cálculos biliares en ratones.
"Los neutrófilos se han considerado durante mucho tiempo la primera línea de defensa contra la infección y se ha demostrado que generan NET que enredan y matan a los patógenos --explica el autor principal del estudio, Martin Herrmann, inmunólogo de la Universittsklinikum Erlangen--. Aquí, proporcionamos evidencia adicional de la naturaleza de espada de doble filo de estos NET al demostrar que juegan un papel importante en el ensamblaje y el crecimiento de los cálculos biliares. Apuntar a los neutrófilos y la formación de NET puede convertirse en un instrumento atractivo para prevenir los cálculos biliares en poblaciones de riesgo".
Los cálculos biliares son piezas de material duro, parecido a un guijarro, que puede ser tan pequeño como un grano de arena o tan grande como una pelota de golf. Se forman en la vesícula biliar, encargada de liberar bilis al intestino delgado a través de los conductos biliares durante las comidas para ayudar a descomponer la grasa.
Aunque la mayoría de las personas con cálculos biliares no tienen síntomas, pueden causar dolor abdominal, náuseas y vómitos, y son una de las principales causas de ingresos hospitalarios en todo el mundo. La cirugía para extirpar la vesícula biliar es una de las operaciones más comunes que se realizan en adultos. Aunque existen medicamentos, pueden requerir meses o años de tratamiento para romper todos los cálculos biliares.
Un obstáculo que limita el desarrollo de nuevos tratamientos es que los científicos aún no entienden completamente cómo se forman los cálculos biliares. Se sabe desde hace décadas que la precipitación de sales de colesterol y calcio en la bilis es un requisito previo para la formación de cálculos biliares. Pero no ha quedado claro qué causa que los cristales de calcio y colesterol se peguen durante el ensamblaje y el crecimiento de los cálculos biliares.
Una pista sobre este misterio surgió mientras Herrmann, el coprimer autor Luis Muñoz de la Universittsklinikum Erlangen, y su equipo examinaban pequeñas piedras en la bilis extraídas de pacientes humanos que recibieron stents. Observaron grandes agregados de ADN, así como una fuerte actividad de la elastasa de neutrófilos, una enzima secretada que ayuda a descomponer las proteínas.
Los investigadores también hallaron parches de ADN y alta actividad de elastasa de neutrófilos en las superficies de cálculos biliares humanos más grandes. Juntas, estas moléculas son signos reveladores de NET: estructuras en forma de red extruidas por neutrófilos que ayudan a proteger contra la infección, pero que también se han implicado en trastornos autoinmunes e inflamatorios. Para determinar qué desencadenó la formación de NET, los investigadores cultivaron cristales de colesterol con neutrófilos humanos y observaron la liberación de ADN de estas células.
Para probar si los NET juegan un papel en el crecimiento de cálculos biliares, los investigadores montaron cálculos biliares humanos en dispositivos rotativos y agitadores y los hicieron girar en presencia o ausencia de suspensiones de neutrófilos. En presencia de neutrófilos, los cálculos biliares recogieron rápidamente parches de ADN y elastasa de neutrófilos en sus superficies. Experimentos adicionales mostraron que los NET agregaron cristales de colesterol y calcio para formar cálculos biliares, y el ADN se envolvió alrededor de los cristales y los juntó para formar cálculos más grandes.
Los autores dicen que la identificación de neutrófilos y NET como culpables de la formación y el crecimiento de cálculos biliares abre nuevas vías para las intervenciones terapéuticas. "La posibilidad de detener estos procesos con nuevos inhibidores de PAD4 o con metoprolol, un betabloqueante establecido, puede introducir nuevas estrategias terapéuticas que eviten la cirugía --avanza Muñoz--. Sin embargo, se requieren estudios en humanos para establecer nuevas terapias para la enfermedad de cálculos biliares. Con suerte, podemos convencer a las compañías farmacéuticas para que realicen un estudio clínico con inhibidores de la formación o agregación de NET".