MADRID, 11 Sep. (EDIZIONES) -
La neuralgia de trigémino representa uno de los cuadros sintomáticos más dolorosos. Se caracteriza por ser un dolor lancinante en el territorio de una o varias ramas del nervio trigémino. Es fulgurante, muy intenso, suele respetar el sueño y responde de forma variable al tratamiento conservador. Se trata de un cuadro clínico de dolor severo, que aparece más en mujeres mayores de 40 años, con una exploración neurológica normal, y con una evaluación radiológica habitualmente también normal.
Además, pueden existir o no antecedentes de patología oral, aunque no siempre sucede. El dolor se desencadena al hablar y tragar, o moviendo la lengua, y suele cursar con periodos asintomáticos entre crisis (incluyendo el descanso nocturno en la neuralgia típica). "En un porcentaje muy alto de los casos, el origen está en la compresión del ganglio de Gasser por la arteria que circula a ese nivel, precisando resolución quirúrgica", según explica en una entrevista con Infosalus el jefe de servicio de Anestesia y coordinador de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Sur de Madrid, Alfonso Vidal.
"Etimológicamente hablando, una neuralgia es el dolor de un nervio. Supone una irritación, una incomodidad, una molestia muy fuerte en el territorio del nervio expresado. Este nervio da la sensibilidad de la cara, y tiene tres partes: una rama que iría a la frente y a los ojos; otra que iría hacia a la nariz y a la parte de arriba de la boca, a la arcada superior dentaria; y otra hacia la mandíbula", señala el especialista.
Asimismo, indica que las tres ramas se pueden afectar de forma independiente o conjuntamente. "Este nervio se origina dentro del hueso temporal del cráneo, en una parte que se conoce como 'peñasco', una zona en la que se encuentra el Ganglio de Gasser, la 'centralita' que recoge la información de estas tres ramas. Casi siempre la afectación de las ramas está en la proximidad del ganglio", añade Vidal.
Con ello, advierte de que a veces se puede tener el citado dolor a otro nivel, por ejemplo en la mandíbula, y debido a una intervención odontológica. No obstante, recalca que la mayor parte de las veces se trata de un dolor idiopático, del que se desconoce su causa. A su vez, apunta que hay casos que se han registrado por infecciones virales, sobre todo por el virus del herpes, sobre todo de tipo II, que cuando por ejemplo afecta al ojo es muy molesto. Después se encontrarían las razones tumorales o la esclerosis múltiple, aunque Vidal incide en que, últimamente, se registran cada vez más casos con motivo de los implantes dentales y la manipulación que se emprende en la proximidad del nervio mandibular.
PRINCIPALES SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
Entre los principales síntomas se encontraría el dolor de una parte de la cara muy específico. "No como un dolor de martillo en el dedo, localizado y relacionado con el impacto, sino que es un dolor s un dolor eléctrico, tortuoso a la par que inquietante, muy intenso y que no se alivia con nada", lamenta el experto. Vidal indica también que, además, hay lo que se conoce como 'puntos gatillo', aquellas zonas de activación en las que se origina ese dolor.
Otra de sus características es que suele ocupar gran parte del día, no suele doler por la noche. "Es un dolor muy desesperante, tiene a la gente inmovilizada. No pueden hacer gestos y se desencadena a veces tragando un poquito", añade.
Con ello, el jefe de servicio de Anestesia y coordinador de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Sur de Madrid explica que hay varias técnicas que se emplean como tratamiento:
1.- Coadyudantes o neuromoduladores, antidepresivos y antiepilépticos que disminuyen la capacidad de transmitir los impulsos de esos nervios. "Se hace menos sensible a la membrana celular, por lo que cuando se emplean estos medicamentos se hace que los nervios funcionen más despacio y hace que este nervio se irrite menos. Puede atontar o aflojar la capacidad de los reflejos, la de conciencia, la de atención, pero es cuestión de encontrar el punto de equilibrio"
2.- Si con estas medidas no se consigue nada habrá que acudir a tratamientos intervencionistas con lidocaína intravenosa en dosis crecientes para ver si se consigue la misma acción.
3.- Bloqueos analgésicos con medicación
4.- Procedimientos con radiofrecuencia: la administración de una aguja que aumentada su temperatura en la punta hasta los 42 grados se consigue templar el nervio y hacer que funcione de forma distinta.
5.- Colocar entre la arteria y la estructura nerviosa un fragmento de teflón que evitará esta irritación.
¿SE PUEDE CURAR?
Finalmente, el doctor Vidal destaca que sí se pueden conseguir "mejoras sustanciales" en el estado y dolor que padecen estos pacientes, incluso a veces con la cirugía el paciente consigue estar asintomático. Aquí subraya la importancia de erradicar un dolor en sus fases iniciales para evitar que éste se cronifique y sea más difícil tratarlo y solventarlo.
"En la neuralgia de trigémino generalmente, y gracias a la cirugía, el paciente logra muchas veces quedarse sin dolor de forma indefinida. No obstante, hay veces que cada cierto tiempo puede haber recaídas", resalta el especialista para, finalmente, sugerir que el mejor especialista al que recurrir ante un caso de estas características es la unidad del dolor del centro hospitalario más cercano.