MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El análisis del material genético conservado en la placa dental calcificada de restos fósiles de neandertales que habitaron en el sitio de El Sidrón, en Asturias, ha mostrado una dieta vegetariana en la que no tenía cabida la carne. También disponían "antibióticos" naturales.
Así, su dieta incluía setas silvestres, piñones y musgo, sin evidencia de que comieran carne, como se detalla en un artículo publicado en 'Nature'. Además, en la placa dental de 'Neanderthal' se hallaron trazas de ADN tanto del hongo antibiótico natural, 'penicillium', como del árbol álamo, cuya corteza, raíces y hojas contienen ácido silícico, el ingrediente activo de conocidos medicamentos.
No es el primer guiño en esta dirección, ya que los investigadores de El Sidrón ya habían participado en un estudio que demostró claramente que los neandertales reconocían las propiedades curativas y nutricionales de algunas plantas, ya que tomaban manzanilla y milenrama, probablemente para ayudarles a digerir comidas pesadas.
Ahora, el nuevo análisis de su placa dental ha aportado información nueva y bastante única. "Hemos descubierto que la placa conservada en sus dientes contiene secuencias del patógeno 'Enterocytozoon bieneusi' que causa problemas gastrointestinales, incluyendo diarrea grave. Además, gracias a un agujero en la mandíbula sabemos que tenía un absceso dental... Ambos problemas de salud deben haberle causado un intenso dolor", detalla Rosas.
INTERCAMBIO DE MICROORGANISMOS ENTRE 'NEANDERTHALES' Y 'SAPIENS'
Los autores compararon los datos microbióticos orales de 'Neanderthal' con muestras humanas de cazadores-recolectores paleolíticos, nómadas africanos, los primeros agricultores neolíticos, así como del hombre actual. "La información microbiótica es clave para aprender acerca de la salud del huésped. Los neandertales, por ejemplo, tienen menos bacterias potencialmente patógenas que nosotros. En la población humana de hoy se ha visto un vínculo entre la microbiota oral y un espectro de problemas de salud como trastornos cardiovasculares, obesidad, psoriasis, asma, colitis y reflujo gastroesofágico", destaca el investigador del CSIC Carles Lalueza-Fox, que trabaja en el Instituto de Biología Evolutiva del CSIC-Universidad de Pompeu Fabra.
Además, la placa dental de los individuos de El Sidrón también ha permitido recuperar el genoma completo más antiguo de un microorganismo: la antigua 'Methanobrevibacter oralis', que ahora está clasificada como una subespecie de 'Neanderthal'. Los neanderthales y las cepas humanas modernas parecen haber divergido entre hace 112.000 y 143.000 años, después de que las dos líneas evolutivas se dividieran.
"Hoy sabemos que se produjo en dos ocasiones el cruce entre los sapiens y los neandertales que más tarde vivieron en la región de Siberia, pero no con los de Asturias. Si hubo transferencia microbiótica entre los 'Neanderthales' de Asturias y los sapiens, entonces quizá existió una línea entre ellos, aunque todavía no la hemos identificado", concluye Lalueza Fox.
DIETA SIN CARNE
Respecto a la dieta sin carne, los hallazgos contrastan con la información obtenida del individuo Spy II, hallado en Bélgica, en cuya placa dental se detectó ADN de rinoceronte y muflón y, respaldando aún más la teoría, se encontraron otros grandes fósiles de herbívoros junto a sus restos.
"Nos sorprendió no encontrar restos de carne en los neandertales de Asturias, dado que se pensaba que eran predominantemente comedores de carne, pero hemos hallado pruebas de que disfrutaban de una dieta variada que incluía una amplia gama de plantas. Estas plantas pueden haber sido cocinadas antes de ingerirse", señala uno de los autores del estudio, el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Antonio Rosas, que trabaja en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de España.
Estos neandertales asturianos comían en su dieta setas silvestres ('Schizophyllum commune'), piñones ('Pinus koraiensis'), musgo ('Physcomitrella patens') y álamo bálsamo occidental ('Populus trichocarpa'), según revelan los análisis genómicos de la placa dental.
Aunque todo lo que se sabe acerca de una de estas personas que vivieron en El Sidrón es que era una hembra zurda, los investigadores del proyecto consideran a otro individuo la estrella del espectáculo. Como han señalado estudios previos, este individuo masculino parece haber utilizado su boca para afilar las cuchillas de herramientas de piedra (como una tercera mano), provocando el desconchado del esmalte y la dentina de sus dientes superiores.
La Cueva de El Sidrón, situada en Piloña, Asturias, ha proporcionado la mejor colección de 'Neanderthal' en la Península Ibérica y es uno de los sitios arqueológicos más activos del mundo. Descubierta en 1994, se han recuperado alrededor de 2.500 restos esqueléticos de al menos 13 individuos de ambos sexos y de diferentes edades que vivieron allí hace 49.000 años.
El equipo multidisciplinario que trabajó en El Sidrón estuvo formado por el paleontólogo Antonio Rosas del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, el genetista Carles Lalueza-Fox, del centro mixto CSIC/Instituto de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra y el arqueólogo Marco de la Rasilla de la Universidad de Oviedo en Asturias.
En El Sidrón, el equipo desarrolló un protocolo pionero, conocido como "excavación limpia", que minimiza el riesgo de contaminar el ADN antiguo con el del ADN humano moderno de los investigadores que trabajan en la excavación de la cueva, permitiendo la extracción del ADN nuclear y mitocondrial de dientes y restos esqueléticos.