Mitos sobre el TDAH: ni solo afecta a niños ni la causa es únicamente genética

Archivo - Terapia con un menor con TDAH
Archivo - Terapia con un menor con TDAH - VITHAS ALMERÍA - Archivo
Publicado: viernes, 28 julio 2023 8:24


MADRID, 28 Jul. (EDIZIONES) -

Se estima que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tiene una prevalencia en España superior al 5 por ciento, con valores del 3 al 8 por ciento en la infancia y adolescencia. Pero, ¿qué causa el TDAH? ¿Es solo genética?

Aunque las causas de la aparición de este trastorno se encuentran en factores tanto ambientales como genéticos y epigenéticos (los que son consecuencia de la interacción de genes y ambiente), "la genética tiene un peso muy elevado, en torno al 75-80 por ciento", ha explicado Paula Morales, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Entre los factores ambientales, Morales destaca "aquellos que tienen lugar durante el embarazo, el parto o etapas precoces de la vida", como exposición a tóxicos ambientales, consumo de alcohol o tabaco, déficits nutricionales, alteraciones metabólicas, bajo peso al nacer, prematuridad, sufrimiento fetal o neonatal por falta de oxígeno, entre otros.

A pesar de toda la investigación que hay tras esta condición del neurodesarrollo, aún existen en la sociedad diversas falsas creencias:

1. "El TDAH no existe". Es cierto que tener dificultades de atención o 'ser movido' no tiene por qué ser necesariamente TDAH. En muchas ocasiones estas características pueden aparecer a lo largo de la infancia, como parte del desarrollo normal, donde existe una gran variabilidad.

Además de poder tener su origen en características evolutivas, las dificultades atencionales o la inquietud pueden estar relacionadas con otros problemas de tipo cognitivo o emocional, por ejemplo. El TDAH, en cambio, es un trastorno neurobiológico crónico que se inicia en la infancia y cursa con manifestaciones clínicas de déficit de atención y/o hiperactividad e impulsividad.

Morales insiste en que esta condición presenta distintos niveles de severidad y que afecta al desarrollo de la persona en los diferentes entornos en los que se desenvuelve, por ejemplo, a nivel social, familiar, escolar y/o laboral. Estas manifestaciones "no se explican por otras condiciones o trastornos".

Si bien, como indica la profesora, hay una gran heterogeneidad dentro del TDAH, "se ha constatado una base neurológica común en las personas que lo padecen con la presencia de diferencias estructurales y de maduración en el cerebro de las personas con TDAH", según diversos estudios estatales e internacionales.

Por tanto, añade, "hace ya muchos años que no deberíamos discutir si el TDAH existe o no", sino sobre cómo avanzar en el diagnóstico y la intervención de esta condición, dejando de lado "prejuicios y etiquetas que dañan a la persona y a su entorno: 'es muy vago', 'no lo hace porque no quiere', y un largo etcétera."

2. Miedo a la medicación. El tratamiento de elección en el TDAH se considera multimodal, es decir, "combina intervención psicológica y psicopedagógica individual o en pequeño grupo, intervención con el entorno familiar y escolar y tratamiento farmacológico en aquellos casos que se considera necesario", indica Morales.

Solo en los casos en que se considera necesario se plantea un abordaje farmacológico, indicado, sobre todo, cuando hay un impacto moderado o severo de la sintomatología que limita el desarrollo de la persona y su bienestar.

En los casos de menor severidad, la medicación no es el tratamiento de primera elección ya que la intervención psicológica y psicopedagógica puede ser igual de efectiva o incluso más.

Sin embargo, la profesora asegura que "la medicación es segura, con una historia de uso con miles de ensayos farmacológicos" y, siempre con la supervisión de un equipo especializado, se va a ir ajustando según las necesidades de la persona en cada etapa de su vida.

3. "Solo afecta a los niños". El TDAH es una condición crónica del neurodesarrollo. Si bien la hiperactividad tiende a disminuir con el paso de los años, "la desatención y la impulsividad persisten en adolescentes y adultos", matiza Morales.

Aunque el TDAH puede ir reduciendo algunos de sus síntomas con el tiempo, "en el 40 por ciento de los casos todos los criterios se mantienen en la edad adulta".

En este sentido, según los datos del estudio Prevalence and Epidemiological Characteristics of ADHD in Pre-School and School Age Children, realizado en Tarragona, se calcula que "en cada aula vamos a encontrar como mínimo dos alumnos en educación primaria y uno en educación infantil con necesidades específicas derivadas de esta condición".