La mitad de los desórdenes visuales de los adultos pueden prevenirse durante la niñez

Actualizado: lunes, 5 septiembre 2011 17:42

MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

La mitad de los desórdenes visuales más comunes entre los adultos, como la ambliopía u ojo vago, el estrabismo y los problemas de refracción, la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía, pueden prevenirse en la niñez, según afirman expertos de la Clínica Baviera.

Para que la visión se desarrolle de manera correcta, ambos ojos deben funcionar normalmente durante la infancia, ya que se considera que la madurez visual se alcanza aproximadamente a los seis años de edad.

Así lo explica el director médico de Clínica Baviera, Fernando LLovet, que asegura que "para atajar este tipo de problemas, es fundamental un diagnóstico precoz".

En su opinión, "es muy importante que un especialista revise la vista de los niños cada dos años. Lo ideal sería realizar un examen completo en el momento del nacimiento, una revisión a los seis meses y, posteriormente, exploraciones bianuales" y señala que "si en algún momento se sospecha que el niño tiene alguna dificultad visual hay que acudir al especialista inmediatamente".

"Cuanto más pequeño es el niño, más complicado es detectar un problema visual. Es importante vigilar sus ojos desde el nacimiento, también durante los primeros meses y muy especialmente cuando el niño ve la tele o se sienta a hacer juegos o trabajos a corta distancia", señala el especialista y añade que, "normalmente, el niño no se da cuenta de que tiene un problema visual, porque se acostumbra a ver mal. Por esta razón, hay que estar muy atentos a cualquier síntoma extraño".

Los expertos coinciden en señalar algunos síntomas para detectar si un niño tiene problemas de visión: cuando un niño tuerce la cabeza o cierra un ojo al leer, escribe en renglones torcidos, no muestra especial interés por la lectura y la escritura porque se cansa, se acerca mucho a la televisión, parpadea en exceso o sufre frecuentes dolores de cabeza, podría indicar algún problema visual. "Solucionar estos problemas es muy importante ya que una mala visión repercute negativamente en el rendimiento escolar del niño", concluye el experto.