La miopía, el problema visual más frecuente en la generación Z

Archivo - Pareja de jovenes estudiantes sonriendo
Archivo - Pareja de jovenes estudiantes sonriendo - UNIVERSITY OF TENNESSEE - Archivo
Publicado: miércoles, 7 julio 2021 13:31

MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

Más de la mitad (52,26 %) de los jóvenes de entre 11 y 27 años tienen problemas visuales, siendo la miopía el problema más frecuente, según el estudio '¿Sabe cuidar la Generación Z de su salud visual?, 2021', de la asociación Visión y Vida, que analiza cómo es el estado de la salud visual de la generación Z en España.

"Tres de cada cuatro (74,85%) de aquellos con problemas visuales tienen miopía o miopía y astigmatismo. De estos, uno de cada diez (9,9%) ya supera las cinco dioptrías y un 22,5 por ciento se acerca peligrosamente a ellas, teniendo en cuenta que su miopía aún podrá seguir creciendo hasta la treintena", explica la óptico-optometrista y coordinadora de Visión y Vida, Elisenda Ibáñez.

Ibáñez insta a tener en cuenta la gravedad de esta situación, ya que "un ojo de más de cinco dioptrías se considera ojo patológico y se engloba en la miopía magna". Además, la experta advierte de que este ojo multiplica exponencialmente las posibilidades de sufrir serios problemas como desprendimiento de retina. "Es más, entre el 60 y 70 por ciento de los pacientes que sufren un desprendimiento son miopes", ha señalado.

Para la entidad, el problema no es solo la prevalencia de problemas visuales, como la miopía que existe en España, sino la falta de conocimiento y de cuidado de la salud visual en general y, en concreto, en estas nuevas generaciones. "De nuevo comprobamos cómo los sistemas de cribado y detección precoz de problemas visuales en España están fallando: casi siete de cada diez 'zetas' (67,1%) detectó por sí mismo su problema visual; a dos de cada diez (19,9%) se lo detectó su madre y solo al 6,2 por ciento el médico, explica el presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina, que urge a fomentar las revisiones periódicas con el óptico-optometrista.

Asimismo, según el estudio, la realidad actual es que un 44,21 por ciento de los jóvenes afirma haberse revisado muy pocas veces en su vida, aunque casi la misma cifra (46,06%) dice hacerlo de manera anual, dato muy por encima de la información recogida en estudios anteriores realizados por la asociación.

EL CUIDADO DE LA SALUD VISUAL POR PARTE DE LA GENERACIÓN Z

Analizando los productos escogidos por los 'zeta' para corregir sus problemas visuales vemos cómo tres de cada diez (33,8%) alterna el uso de gafas y lentes de contacto, mientras que el 46,4 por ciento solo utiliza gafas. "De nuevo nos alarma ver cómo un 6,6 por ciento de los jóvenes ha optado por no corregir su problema visual por no ser para tanto", indica Alsina.

Además, las gafas son el equipamiento óptico preferido por esta generación para trabajar, conducir, ver la televisión o estar en el ordenador; mientras que son el equipamiento que menos se usa para realizar deporte, salir a la calle o acudir a eventos. "Estos datos reflejan el interés de estos 'zetas' por la estética, aunque tal y como muestra el informe, las tendencias y fuentes de inspiración las están recibiendo a través de las redes, los 'influencers' o personas no especialistas en la salud visual", explica Ibáñez.

Tanto es así que los datos del informe indican que los 'zetas', a la hora de adquirir un producto óptico, priorizan antes la estética (36,3%) que la calidad (33,1%). Como elemento esperanzador para el sector destaca el hecho de que para el 66,8 por ciento de los 'zetas', "si un producto es de óptica, es bueno".

Para Visión y Vida sería imprescindible fomentar el conocimiento sobre salud visual desde edades tempranas. "Tenemos como referencia nuestras campañas 'Ver para Aprender', que ofrecen a las escuelas recursos para explicar el funcionamiento del sistema visual y trucos para cuidarlo correctamente", explica Alsina.

Así se lograrían romper algunos bulos o desinformación que reciben actualmente los jóvenes y que se manifiesta en hechos como que el 64,3 por ciento sabe que pasar tiempo al aire libre reduce el riesgo de miopía (aunque el 82,1% sabe que la miopía impide ver bien a distancias lejanas), y no todos logran definir conceptos básicos como que ser óptico y optometrista es lo mismo (84,7%), ser oftalmólogo y oculista también (76,3%) o que un óptico no es un médico (69,3%).

EL PROCESO DE COMPRA DE LA GENERACIÓN Z

A pesar de que la condición digital de estos jóvenes hace intuir que sus procesos de compra se realizan a través de canales telemáticos, el informe indica que solo uno de cada diez (10,7%) compra sus equipamientos ópticos a través de la red. Además, el 79,8 por ciento acudió al establecimiento sanitario de óptica para realizar sus compras. La elección del lugar se debe a la recomendación, para el 35,4 por ciento, a la cercanía respecto al domicilio en el 24,9 por ciento de los casos y a las ofertas en el 24,7 por ciento.

Así, las ópticas reciben una nota promedio de 6,97: para el 58,5 por ciento de estos jóvenes se merecen una nota de notable o sobresaliente, pero para el 18,6 por ciento estas merecen suspender. Entre los motivos que se pueden extraer del informe destacan, el rechazo que produce la estética de los locales (batas, luz blanca o look farmacéutico), el 'gap' lingüístico (uso de un lenguaje demasiado técnico) y de experiencia de compra (la inexistencia de un asesor de imagen o el problema de comprensión de las explicaciones ofrecidas por el profesional de la visión) y la falta de digitalización del sector (realidad virtual, canal de venta digital y recurrente o reducción de visitas físicas al establecimiento) está frenando el acceso de estos jóvenes a las ópticas. Además, esta generación Z reclama al sector una mayor comunicación por redes sociales o el uso de un lenguaje cotidiano que les acerque más en busca de asesoría.