MADRID 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un mes de tratamiento con la betametasona, que a menudo se receta en embarazos con riesgo de parto prematuro para mejorar la supervivencia de los neonatos, protege a los recién nacidos contra la diabetes tipo 1, según ha evidenciado un nuevo trabajo coordinado por la investigadora del CIBERDEM en el IGTP, Marta Vives-Pi.
Los cambios incluyen alteraciones en la producción de glóbulos blancos y un cambio en las proporciones de otros tipos de células, o la incapacidad de algunas células de participar en la respuesta autoinmune que causa el inicio de la DT1, y cambios en las células presentes en el timo y el bazo.
El grupo de investigadores ha descrito, además, el efecto del fármaco en las células beta, reduciendo la liberación de insulina en la sangre y alterando la expresión de genes relacionados con la autoinmunidad y el metabolismo.
En concreto, se ha mostrado como la exposición a la betametasona antes del nacimiento puede alterar el sistema inmune y las células beta en modelos de ratón, de forma que les rebaja el riesgo de desarrollar DT1. "En el contexto de crecimiento de la incidencia en trastornos autoinmunes los últimos años, ser capaces de explicar el mecanismo de acción de los gluocorticoides prenatales nos puede ayudar a diseñar estrategias de prevención", han dicho los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en 'Scientific Reports'.
Por tanto, prosiguen, el estudio muestra como la betametasona afecta a la vez al sistema inmune y a las células beta, de forma muy compleja. Así, han destacado la importancia de conocer si tiene un efecto destructivo sobre la autoinmunidad o si, por el contrario, proporciona protección a los recién nacidos.
Para obtener estas respuestas y entender cuáles son los efectos reales en recién nacidos son necesarios estudios que sigan los bebés y madres que hayan tomado el fármaco, y que sigan la susceptibilidad de estos a desarrollar DT1 en comparación con la población general.