Qué es lo que más influye a la hora de desarrollar cáncer

Archivo - Una foto de un hombre con sobrepeso sentado en un viejo sofá con una comida muy abundante y poco saludable en el regazo y una pinta de cerveza en la mano.
Archivo - Una foto de un hombre con sobrepeso sentado en un viejo sofá con una comida muy abundante y poco saludable en el regazo y una pinta de cerveza en la mano. - FERTNIG/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 29 enero 2024 8:34

   MADRID, 29 Ene. (EDIZIONES) -

   Es muy importante que las personas seamos conscientes de que cada acto de nuestro día a día tiene impacto en nuestra salud. Somos bastante más responsables de nuestra mala salud de lo que pensamos. Por tanto, ¿nuestras enfermedades no sólo se deben a nuestra genética?

   "Lo que más influye es el estilo de vida. Tendemos a creer que nuestra salud depende de nuestra genética y lo demás está fuera de nuestro control, pero no es así. Los principales factores que determinan la salud son en un 43% el estilo de vida, después en un 27% la genética, el 19% el entorno en el que vivimos, y en un 11% el sistema sanitario", subraya en una entrevista con Infosalus Emilia Gómez Pardo, doctora en Bioquímica y Biología Molecular, así como máster en Nutrición y Salud, asesora científica de CRIS contra el cáncer.

   En el caso concreto del cáncer, esta experta subraya que, además, se trata de una enfermedad "muy compleja", en la que influyen muchos factores, como las características individuales, el estilo de vida, el medio ambiente, el entorno, el sexo, la edad, y la genética, pero también el azar, que hace que se combinen para el desarrollo el cáncer.

   "La genética es al final solamente responsable de un 5-10% de cánceres, los llamados familiares o hereditarios, que pueden ser atribuidos a la carga genética, a una mutación heredada del padre o de la madre", remarca con motivo de la publicación de 'Más vida, menos cáncer' (Arpa).

   Al mismo tiempo recuerda que lo que heredamos no es la enfermedad, sino la predisposición a padecerla: "En estos cánceres poco se puede hacer, pero es cierto que el riesgo es modulable con buenos hábitos, que pueden retrasar su aparición diez o veinte años".

LA EDAD, EL FACTOR MÁS IMPORTANTE

   A su vez, destaca Gómez Pardo que la edad es el factor de riesgo más importante para el cáncer en general, y para muchos de los tipos en particular: "La tasa de incidencia aumenta con la edad, simple y llanamente por cuestión de tiempo. Cuantos más años se vivan, más mutaciones se van acumulando. El envejecimiento va acompañado de un deterioro de los procesos, tanto de división de las células, como de reparación de errores y de eliminación de las células, lo que se va traduciendo en un acúmulo de mutaciones que favorecen la aparición del cáncer".

   Ahora bien, esta doctora en Bioquímica y Biología Molecular subraya que no está en nuestra mano controlar la edad de las células, pero sí favorecer el que los procesos fisiológicos funcionen de la mejor manera posible, con un estilo de vida protector, y evitando así su envejecimiento acelerado.

La mayor parte de cánceres se daba entre los 55 y los 74 años, pero las cosas están cambiando y se está adelantando la edad de aparición de esta patología, fundamentalmente todo por el estilo de vida. "Los malos hábitos están provocando mutaciones desde edades muy tempranas y, por tanto, se está reduciendo el tiempo necesario para que las células escapen del control y se vuelvan cancerígenas. Esto es más mutaciones en menos tiempo", aclara.

   Por otro lado, la asesora científica de CRIS contra el cáncer mantiene que el sexo es igualmente un factor de riesgo, y apunta que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres tendrá cáncer en España a lo largo de su vida, tal y como estima la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

LA IMPORTANCIA DEL AMBIENTE

   A su vez, remarca que el ambiente es una fuente importante de sustancias que producen mutaciones en el ADN, como las radiaciones ultravioleta, los virus de la hepatitis B y C, y el papilomavirus, así como el amianto, el radón, el humo de los coches, o el arsénico del agua. "Con la vacunación, evitando prácticas sexuales de riesgo y protegiéndonos de las radiaciones ultravioleta con cremas solares nos protegemos frente a varios tipos de cáncer", insiste esta experta.

   Sobre el estilo de vida también menciona la mala alimentación y la falta de ejercicio, que en nuestra mano se encuentra el mejorarlas, junto con el consumo de tabaco o de alcohol, perjudiciales para nuestra salud. En este punto, Gómez Pardo pone en valor el 'oncosaludómetro' (https://criscancer.org/es/oncosaludometro/ ) que desde Cris contra el cáncer han puesto en marcha para identificar aquello en lo que podemos mejorar y hacemos bien.

   "En el caso del cáncer, el papel de la prevención está claro, pero una vez padeces la enfermedad y estás en tratamiento apostar por una alimentación sana, oncosaludable, no solamente aumenta la supervivencia, que la aumenta y mucho, sino también disminuye los efectos secundarios de los tratamientos. La alimentación y la actividad física tienen un papel súper importante en este sentido", agrega.

   Como colofón, esta especialista sostiene que un 30% de los cánceres podría evitarse con cambios en el estilo de vida, modificando nuestro patrón alimenticio, practicando deporte, disminuyendo el sobrepeso, eliminando el tabaco y el alcohol, así como la exposición a contaminantes ambientales y a determinados agentes infecciosos. "Cada día que apuestas por un estilo de vida saludable, o con cada acción saludable reduces el riesgo de padecer cáncer", reitera Emilia Gómez Pardo.

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