MADRID 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Más del 90 por ciento de los campamentos de verano no informa sobre el protocolo de actuación ante el contagio de piojos, según un estudio del Centro de Información de la Pediculosis, que ha analizado las páginas web de 30 campamentos de todas las comunidades autónomas.
Por lo general, con la llegada del verano el contagio de piojos aumenta porque estos parásitos buscan el calor para reproducirse y por el tipo de actividades que realizan los niños, sobre todo en los campamentos.
"Allí pasan mucho tiempo juntos, juegan duermen e incluso comparten almohadas, gorros o toallas. Cuando se detecta un caso es necesario lavar o aislar todos los objetos que hayan estado en contacto con la cabeza del niño, tratarle con un pediculicida y administrar un protector o repelente, de venta en farmacias, al resto", ha señalado la doctora Paula Aguilera, del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Esta experta ha recomendado además realizar una revisión periódica manual de la cabeza a los demás niños y educar para evitar que intercambien prendas u objetos personales que se usen en la cabeza, mantener una buena higiene y llevar el pelo recogido.
Por su parte, el Centro de Información de la Pediculosis ha elaborado unas pautas a seguir por los monitores y responsables del campamento, que pueden encontrarse en la web 'www.infopiojos.com'. En primer lugar, "deben ser conscientes de que tener piojos es algo común, y así deben transmitírselo a los niños, sin que se discrimine a nadie por ello, ni se le envíe a casa puesto que ésta no es la solución", ha señalado Aguilera.
Esta especialista aconseja además a los padres "informarse de cuál es la forma de actuar del campamento con respecto a los piojos antes de decidirse por uno". En este sentido, 3 de cada 10 padres aseguran que no llevarían a su hijo al colegio si se contagiaran o si algún compañero estuviera infestado, según la Encuesta Filvit sobre Pediculosis.
Otra de las recomendaciones del Centro de Información de la Pediculosis es que "el botiquín del campamento contenga un 'kit' antipiojos de dispensación farmacéutica que incluya loción, champú, lendrera y protector para evitar contagios".
"También es recomendable para evitar el contagio que el niño lleve identificados con su nombre los complementos y la ropa que vaya a usar, sobre todo los de la cabeza, como gorras o pañuelos", ha explicado, por su parte, el jefe de Sección del Servicio de Dermatología Pediátrica del Hospital La Paz de Madrid, el doctor Raúl De Lucas Laguna.
En el campamento debe haber también un responsable de aplicar el pediculicida y el protector. "Lo normal es que el monitor de cada grupo conozca las pautas a seguir para prevenir y actuar contra los piojos, no es necesario que sea un profesional sanitario", ha señalado De Lucas.
No obstante, según el estudio, solo el 10 por ciento de los campamentos analizados afirma tener un servicio médico o de enfermería propio. Otro 30 por ciento cubre la asistencia sanitaria gracias al centro de salud u hospital más cercano.