MADRID, 2 Nov. (EDIZIONES) -
El mundo está atravesando una mala temporada por culpa de un nuevo virus que está azotando nuestro planeta. Estamos viviendo una situación totalmente 'sui generis' y llena de incertidumbres. Nadie se había enfrentado a algo similar y no son buenas noticias lo que estamos recibiendo estos días.
Pero hay que tener en cuenta una cosa, según advierte Valentín Escudero, profesor titular de Psicología y director de la Unidad de Investigación en Intervención y Cuidado Familiar en la Universidad de A Coruña, y es que los seres humanos contamos con una capacidad llamada 'resiliencia', una capacidad de superación frente a la adversidad que forma parte del ser humano individualmente y también como especie.
El también profesor clínico adjunto (cargo honorario) de la State University of New York (Estados Unidos) ha lanzado recientemente 'Retratos de resiliencia' (Editorial Sentir), un manual con el que pretende mostrar desde una perspectiva de relatos, desde la lectura no tanto teórica o técnica, sino usando momentos de experiencias vivencias de los pacientes en esta pandemia, cuán útil puede sernos la resiliencia.
¿Todos la tenemos? Escudero afirma en una entrevista con Infosalus que sí, que es una "capacidad innata", aunque ésta es más fuerte o menos en función de cada persona, "hay una variabilidad en las personas que los investigadores estamos investigando", es decir, señala que todos sabemos que hay personas que están en un contexto muy similar de adversidad, y que responden mejor que otras antes esas situaciones.
"Esa variabilidad es interesante y estamos intentando averiguar qué es lo que ha forjado esa resiliencia en esa persona, esa resistencia superior en algunas personas frente a la adversidad; aunque potencialmente el ser humano cree que es resiliente y también se es grupalmente resiliente. La sociedad en su conjunto saldrá de ésta", afirma el experto.
¿De qué depende el que una persona tenga una capacidad de superación frente a la adversidad más forjada que otros? Preguntado por este asunto, el profesor de Psicología mantiene que se trata "de una respuesta hoy en día en debate entre los expertos".
"El sistema inmunológico en las personas varía de una persona a otra. En el caso de la resiliencia, depende desde el punto de vista psicológico. Quizá una de las certezas es que la crianza, la primera infancia, las condiciones de apego seguro, son importantes y pueden forjar esa resiliencia, aparte de que luego algunas experiencias vitales pueden también reforzarla", según aprecia.
No obstante, Escudero insiste en que a día de hoy se debe seguir profundizando más en el tema y darle más importancia porque ante los golpes que se pueden recibir desde el punto de vista psicológico por experiencias de adversidad, por dificultades que puede vivir una persona, hay personas que ante una misma adversidad no se rompen. "En la Psicología y la Psiquiatría se conoce más sobre el trauma, sobre cómo esa persona se rompe ante una adversidad, si bien todavía nos queda mucho por trabajar sobre cómo hay personas que no se rompen ante la misma adversidad", sostiene.
Así con todo, Escudero insiste en que se trata de una capacidad del ser humano que es innata, y que varía en función de la persona. "Es parte también del éxito del ser humano como especie, esa capacidad de salir adelante, de superar las desgracias personales, pero también aquellas que vivimos como parte de la sociedad, como nos está sucediendo con esta pandemia", aclara.
NO ES UNA RESPUESTA HERÓICA SINO ALGO INNATO
Aquí advierte de que la resiliencia no es hacer algo excepcional, no es una respuesta heroica que se sale de lo común, sino que en una situación de adversidad las personas son capaces de mantenerse, de levantarse, de hacer lo normal, de quererse, de trabajar, de ayudarse, "porque a veces hay una idea de la resiliencia equivoca".
Es más, este experto subraya que ha habido muchos ejemplos con la COVID-19: "Sobre el momento que estamos viviendo debemos pensar en que nuestra capacidad de resiliencia también se genera desde un punto de vista de círculo virtuoso. Si pensamos en ella, nos hacemos más resilientes. Si pensamos en lo que estamos superando, somos más capaces de superarlo. Hay como un circulo virtuoso que se opone a un circulo vicioso, que es pensar en lo negativo y crear negatividad y tener respuestas negativas".
Según mantiene, la resiliencia es lo contrario, es crear un círculo virtuoso que se basa en fijarnos en nuestra capacidad de superación. "La COVID-19 ha mostrado de que la gente incluso en confinamiento ha sido capaz de hacer cosas increíbles y ha quedado patente estos meses", afirma el profesor de Psicología.
Sobre las pautas o consejos para sacar el mejor partido de nuestra resiliencia, Escudero aboga por primar y pensar siempre en lo bueno frente a lo malo: "Cuando hay dificultades mirar la parte buena que tiene nuestra respuesta, lo que podemos conseguir, proyectarnos hacia el futuro con positividad. Tiene que ver también con una actitud optimista, y no tiene nada que ver con negar el dolor o las dificultades, o con una actitud evasiva o distraída, sino viviendo la dificultad, el ser capaces de focalizarnos en las alternativas".
En definitiva, aboga por el pensar por ejemplo que va a haber alternativas aunque ahora mismo no sabemos cuáles. "Esto es lo que fundamenta una posición de resiliencia. El ser responsable con nuestras actitudes y seguir con las recomendaciones sanitarias, e intentar sacar lo positivo de todo esto", reitera el experto.
Por otro lado, avisa de que una colectividad que piensa en las dificultades individualmente es menos resiliente que aquellas que mantienen una perspectiva colectiva y social, las adoptan como una sociedad en su conjunto.
"Tras una adversidad, si echamos mano de nuestra capacidad de resiliencia, ésta crea una capacidad y seguridad en la persona. La superación de cosas hace que generes un sentido de autoeficacia, de que te sientes capaz, y eso genera a su vez resiliencia", concluye el profesor Valentín Escudero.