MADRID 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid ha aconsejado extremar en verano los hábitos de higiene en el manipulado de los alimentos, como por ejemplo una cocción adecuada que alcance como mínimo los 65 grados centígrados para prevenir infecciones alimentarias, ya que, debido al calor se favorece el crecimiento de bacterias por una mala conservación de alimentos.
Según ha informado el Gobierno regional mediante un comunicado, con respecto a la preparación del pescado marinado o crudo (como boquerones) los técnicos de Salud Pública han recordado que hay que congelarlo previamente durante al menos dos días y en un frigorífico de al menos tres estrellas para evitar posibles infecciones por la presencia de anisakis (parásito presente en muchos pescados).
Además, es conveniente lavar y pelar las frutas y hortalizas. Las hortalizas de consumo en crudo se recomienda que se sumerjan en agua durante unos 5 minutos, añadiendo 10 gotas de lejía apta para uso alimentario por litro y se aclaren después con abundante agua corriente.
A fin de evitar que los alimentos se consuman en mal estado, es necesario conservarlos a la temperatura adecuada. Una vez cocinados, se dejarán a temperatura ambiente durante un tiempo prudencial (no más de una hora), y si no se van a consumir, introducirlos en el frigorífico en el menor tiempo posible. Pese a la práctica extendida, no se deben descongelar los alimentos a temperatura ambiente, sino en el frigorífico o siguiendo las instrucciones del fabricante.
Las prácticas de higiene y manipulado adecuados reducen en gran medida posibles problemas de infecciones. En este sentido, la Comunidad ha aconsejado mantener una limpieza adecuada de todas las superficies de trabajo y útiles empleados para preparar los alimentos; en particular, lavar los utensilios utilizados para preparar los alimentos crudos antes de volver a usarlos, así como lavarse las manos a menudo, sobre todo aquellas personas que elaboran los alimentos (manipuladores).
El primer paso para evitar problemas relacionados con los alimentos descansa en la adquisición segura y responsable de los mismos. Por ello, hay que recordar que es necesario comprobar el etiquetado y mirar las fechas de consumo y condiciones de conservación y utilización.
Además, hay que usar aguas tratadas (cloradas), evitando aguas de pozo o manantial de los que no se tenga constancia de su potabilidad. También hay que elegir alimentos en condiciones adecuadas de frescura y alimentos tratados higiénicamente desde su origen.
En referencia a las separación de productos, se debe evitar el contacto entre alimentos crudos y cocinados para prevenir la contaminación cruzada que se produce, en algunos casos, por el paso de bacterias entre alimentos en fases distintas de elaboración.