Lucía, mi Pediatra sobre el bullying: "no podemos decir que son cosas de niños y mirar para otro lado"

Archivo - Adolescente con problemas de bulling
Archivo - Adolescente con problemas de bulling - LAKSHMIPRASAD S/ ISTOCK - Archivo
Actualizado: martes, 5 marzo 2024 16:24

   MADRID, 5 Mar. (EDIZIONES) -

   El bullying es una realidad grave e intolerable que por desgracia puede tener lugar en la infancia de un niño, bien como testigo directo, o como propia víctima de esta lacra, y es que en nuestro país uno de cada 4 menores lo sufre.

   "Consiste en un maltrato continuado hacia una misma persona y no tiene por qué ser sólo violencia física, también puede ser psicológica, verbal, y ahora también cibernética, las 24 horas del día y los 7 días de la semana a través de las redes sociales. Por ello, actuar a tiempo es fundamental", defiende en una entrevista con Infosalus la pediatra Lucía Galán, más conocida como 'Lucía, mi pediatra', con motivo de la publicación de su último libro con Planeta 'Los virus no entran por los pies'.

   Aquí resalta también que los casos de autolesiones, de depresión y de ansiedad, así como las ideas suicidas están subiendo entre los menores, siendo la primera causa el bullying. "No podemos decir que son solo cosas de niños y mirar para otro lado".

MÁS MUERTES POR SUICIDIO QUE POR CÁNCER EN ADOLESCENTES

   Lamenta esta famosa doctora, asimismo, que el bullying es la principal causa de suicidio en niños y en adolescentes en nuestro país, y destaca que "mueren más adolescentes por suicidio en España que por cáncer" a día de hoy; un dato "bastante preocupante" en su opinión. "Los datos evidencian un problema social que crece exponencialmente, especialmente entre los 8 y los 14 años", advierte.

   Con ello, vuelve a rechazar rotundamente la afirmación de muchos padres de que 'son cosas de niños' muchos enfrentamientos, peleas o acoso a un menor, y por las que no hay que intervenir, a pesar de que un menor sufre y es la víctima. "El bullying no es cosa de niños. Muchas veces escuchamos que las peleas que surgen entre ellos, el no dejar jugar, los enfrentamientos, son algo que ha existido de toda la vida. Esa figura del abusón que se mete con el débil y éste se hace fuerte por la situación de abuso. Es una historia que hemos normalizado, las reyertas infantiles que vienen y se van, pero es un asunto de todos", denuncia.

   Así, insiste 'Lucía, mi pediatra' que esta lacra genera un impacto emocional en sus vidas en el corto, en el medio, y en el largo plazo. "Lo sufre 1 de cada 4 niños. Uno es la víctima en España, otro el verdugo y el resto testigos. O le damos una visión de 360 grados educando a los niños en el respeto, en la empatía, en la compasión, en ayudar al prójimo, les enseñamos a poner límites, a trabajar su asertividad y a decirles que 'esto no me gusta para ya', en que deben pedir ayuda si no están bien", detalla.

   Pero considera que también se le debe formar al profesorado de forma precoz, pero también a las familias: "Muchas veces hablamos de bullying, pero después entras en las redes sociales y lees mensajes cargados de odio que han sido escritos por adultos con hijos. En algún momento esos pequeños leerán los mensajes de sus padres. Somos ejemplo para ellos".

CÓMO AYUDAR A LAS VÍCTIMAS DE BULLYING

   ¿Qué podemos decirles a nuestros hijos sin son víctimas de bullying? Defiende esta pediatra que lo primero de todo debe ser el empoderarles para reforzar su autoestima: "Un niño con la autoestima sana es poderoso y es capaz de pedir ayuda si la necesita. Nuestros hijos son maravillosos como son en su cuerpo y forma de pensar, no deben adaptarse, les queremos como son, imperfectos como lo somos nosotros. No deben adaptarse a los demás sino que son como son".

   Por otro lado, incide la doctora Galán en la importancia de una educación en valores, donde se muestre el respeto, la amabilidad, la gratitud, la compasión, el saber pedir perdón, la importancia de ayudar al vulnerable y denunciar los casos que ven. "La figura del testigo en el bullying es fundamental y la víctima no siempre tiene fuerza para pedir ayuda. Los testigos, además, si no hablan se convierten en cómplices de los hechos", afirma.

   "Dile que es maravillosa tal cual es. Que no tiene que cambiar nada que no quiera. Que encontrará su lugar. Adviértele de que el mundo está lleno de gente mediocre e ignorante que con sus dardos envenenados pretenden apagar su luz. Dile que se aleje de aquellos que no le hagan sentir bien. Que nunca tire la toalla. Repítele una y otra vez que es fuerte, que es poderosa y que es capaz. Y por supuesto, que tú estarás a su lado siempre, incondicionalmente", subraya en su nuevo libro, donde habla especialmente sobre la salud mental de los menores.

SIGNOS DE ALARMA DE BULLYING

   Con todo ello, preguntamos a esta pediatra cómo los padres podemos sospechar de que quizá nuestro hijo esté siendo víctima de bullying. Aquí recuerda que "en la mitad de los casos los niños lo llevan sufriendo más de seis meses sin que los padres lo sepan".

   Galán cita que entre las principales señales de alarma se encontraría, por ejemplo, el aislamiento, de manera que estos niños empiezan a no querer salir de casa, no quieren ir al colegio, se hacen muy caseros, no quieren hacer planes; empiezan con despistes y se olvidan las mochilas, los deberes; padecen terrores nocturnos, sonambulismo, pesadillas, pérdida de peso, están muy irascibles, lloran cuando ya no lo hacían.

   Por otro lado, dice que en estos casos puede ser muy frecuente el fracaso escolar, siempre iban bien en el colegio pero, de repente, dan un bajón en las asignaturas; o bien, por el contrario, otros son muy brillantes, y se refugian en los estudios, algo que se ve mucho en adolescentes. "Entre el aislamiento propio de la adolescencia, y si encima son especialmente brillantes, sacan siempre las mejores notas, estos casos se detectan más tardíamente", agrega.

   Por eso, 'Lucía, mi pediatra' mantiene que el mensaje que hay que dar a los padres para estar alerta es que ante cualquier comportamiento mantenido en el tiempo y que no se corresponde con la personalidad del menor se debe consultar.

   En estos casos subraya que también son muy frecuentes los dolores abdominales, sobre todo al atardecer, por la noche, o bien el domingo por la tarde al hacer la mochila. "Esto es un dolor emocional, funcional y hay que seguir averiguando, son dolores reales, realmente tienen el dolor. Todo el dolor abdominal que dura más de 4 semanas, o dolor de cabeza que duele más de 4 semanas, así como las alteraciones en el carácter deben hacernos sospechar", añade.

EL BULLYING ESTÁ LLENO DE MITOS

   A su vez, la doctora Galán sostiene que el bullying está "lleno de mitos", empezando por el titular de esta noticia, 'son cosas de niños', para seguir con la idea de que muchos padres son unos exagerados por quejarse de que a su hijo no se le está tratando bien, cuando son asuntos que han existido siempre. "Pero, ¿es lícito que a alguien no le traten bien? Pues claro que no. Hay que denunciarlo. Somos los padres los que debemos velar por el bienestar de nuestros hijos", subraya.

   Otras cosas que se escuchan es que 'nunca le he pegado ni hecho bullying', pero aquí resalta que el bullying no son sólo agresiones físicas, sino que hay muchas maneras de acosar a un niño, también psicológicamente, verbalmente o cibernéticamente, como hemos contado al inicio del reportaje.

   Niega igualmente la idea de que sólo lo sufren los migrantes, el colectivo LGTBI, los menores con obesidad, o los niños con discapacidad: "La realidad es que no. Hay algo tan primitivo como la envidia, y tan generador de odio que si tienes un hijo estupendo que no tiene nada con lo que encuentres que pueda ser la diana de ataques, ya sólo por existir puede ser motivo de bullying. También hay que rechazar la frase de que 'lo mejor es no hacer caso y que al abusador se les pasará', y el bullying hay que denunciarlo desde el minuto uno".

DENUNCIAR DESDE EL MINUTO UNO DEBE SER EL PRIMER PASO

   "También pensamos que nuestro hijo no sería capaz de hacer bullying, no hay que pensar que nuestros hijos son perfectos y no harían daño porque a veces se ven envueltos en situaciones que desconocemos", sostiene.

   Es por ello por lo que defiende que los padres tenemos que intervenir desde el mismo momento en el que nuestro hijo nos pone en conocimiento y el colegio está obligado a poner en marcha el protocolo frente al acoso escolar.

   "Denunciar el bullying es el primer paso. Poner medidas para erradicarlo es el siguiente. Y que nuestro hijo o nuestro alumno vea que los adultos de su alrededor estamos aquí para apoyarlo, protegerlo y ayudarlo a superar esta situación es el paso definitivo. No podemos dejarlos solos. No podemos mirar para otro lado. La inacción nos convierte en verdugos. El acoso escolar tiene solución, claro que la tiene, pero debe haber voluntad", concluye en su libro.

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