MADRID, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores japoneses, de las universidades de Kyoto y Fukoka, ha logrado obtener ovogonias a partir de células madre pluripotentes inducidas, derivadas de células somáticas humanas, lo que permitirá crear óvulos artificiales con toda la información genética de la madre.
Las ovogonias representan el primer estado evolutivo de las células sexuales femeninas que dan posteriormente lugar al desarrollo de óvulos.
Por su parte, las células madre pluripotentes inducidas se pueden derivar de células adultas diferenciadas, no pluripotentes, extraídas de direferentes órganos de personas adultas, mediante un proceso de desdiferenciación inducida.
La transformación se realiza mediante retrovirus o lentivirus, modificados en el laboratorio para actuar como vehículos de inserción de determinados genes en el genoma de las células somáticas. La expresión de estos genes induce una regresión de las células hacia un estadio embrionario, anterior a su especificación para actuar en órganos adultos.
Como consecuencia, las células madre pluripotentes indicdas resultantes tienen las características de células embrionarias caaces de transformarse en diferentes tipos de células especializadas.
No obstante, las células resultantes de su técnica no están aún listas para actuar como óvulos, aunque los resultados de la investigación, publicada en la revista 'Science', "representan un paso gigante en este sentido", según ha valorado el director de la Clínica MARGen, de Granada, el doctor Jan Tesarik.
El doctor Tesarik ya había trabajado en esta línea de investigación, junto a la profesora de la Universidad de Granada, la doctora Carmen Mendoza. En 2001 obtuvieron óvulos humanos derivados de células somáticas extraídas de los ovarios de mujeres sin óvulos, técnica que dieron a conocer en la revista 'Reproductive Biomedicine Online'.
AVANCES ANTERIORES
La técnica "consistía en la introducción del núcleo de las células somáticas en óvulos de donantes en los que, previamente, se había retirado su propio material genético", ha explicado el doctor Tesarik. Estos óvulos reconstruidos fueron posteriormente fecundados con el esperma de los maridos y congelados en espera de más información sobreposibles riesgos de anomalías en los niños, que podrían resultar de su transferencia en el útero materno.
De hecho, experimentos posteriores en ratones realizados por el investigador y otros grupos de científicos han mostrado que los embriones generados mediante esta técnica tienen un alto riesgo de portar anomalías cromosómicas, lo que ha impedido la aplicación clínica inmediata de la técnica.
Sin embargo, "con esta técnica demostramos que los óvulos humanos tienen la capacidad de reducir el material genético de células somáticas a la mitad para dar lugar a embriones normales después de la incorporación del material genético del espermatozoide", ha indicado el director de MARGen.
No obstante, "este proceso conllevaba demasiados errores, debidos a la diferencia de la organización de ADN entre las células somáticas y las precursoras de los óvulos. Además, parece que el óvulo no es capaz de borrar la impronta epigenética del ADN de las células somáticas inyectadas, correspondiente a su estado diferenciado, y reprogramarla para participar correctamente en el desarrollo embrionario", ha añadido.
Para finalizar, Tesarik ha manifestado que "la combinación de ambas técnicas permitirá, en un futuro no lejano, la formación de óvulos artificiales, pero portadores de su propia información genética, para mujeres sin óvulos o con óvulos defectuosos".
En referencia al futuro, Tesarik ha opinado que "es probable que una modificación de la técnica japonesa permita para crear en el laboratorio células masculinas capaces de actuar como espermatozoides en casos de hombres con una ausencia total de espermatozoides y sus células precursoras".