MADRID 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
La llegada de la primavera es sinónimo de alergia al polen para muchas personas, y esa alergia puede constituir un obstáculo para correr al aire libre si se sufren síntomas como congestión nasal, picor de garganta y ojos llorosos. A cambio, la carrera refuerza los músculos respiratorios y mejora la capacidad aeróbica, aportando beneficios por encima de los efectos de la alergia.
En cualquier caso, ante el aumento del polen en la atmósfera en los próximos meses, los corredores deben tomar las precauciones adecuadas para contrarrestar posibles deficiencias respiratorias y potenciar el máximo rendimiento del ejercicio, recomienda el director de Salud de Zagros Sports La Moraleja, Miguel Ángel Rodríguez.
La principal recomendación para los corredores es adaptar la rutina de entrenamiento a estas circunstancias sabiendo que las mejores horas para practicar running se encuentran entre las 11 de la mañana y las 6 de la tarde. A primera y última hora del día la concentración de polen en el ambiente es mayor y sus efectos más palpables. Lo mismo ocurre con la elección del recorrido, se deben evitar las zonas más contaminadas de este alérgeno, como parques y bosques. En el caso de que el síntoma principal de la alergia sea la picazón y escozor de ojos, la mejor opción es salir a correr con gafas de sol y gorra. Igualmente, se puede hacer uso de colirio 30 minutos antes del entrenamiento para aumentar la hidratación de los ojos durante la carrera.
En el caso de que los síntomas de la alergia sean muy agresivos, Miguel Ángel Rodríguez aconseja sustituir la carrera al aire libre por entrenamiento en casa o en el gimnasio. Bajo techo, el rendimiento del ejercicio será mayor al reducir los factores alérgenos. Por ello, es importante estar informados sobre los niveles de concentración de polen para definir el entrenamiento diario y decidir sobre la conveniencia de entrenar indoor.
CUIDADO CON LAS MASCARILLAS Y LOS ANTIHISTAMÍNICOS
Las mascarillas permiten filtrar el aire que llegan a los pulmones, por lo que reducen los problemas respiratorios. Sin embargo, para los corredores su uso puede ser contraproducente ya que puede aumentar la fatiga durante el entrenamiento. Si el corredor se decanta por el uso de mascarilla, debe buscar aquellas que garanticen el filtrado rápido del aire, adaptándose al aumento de ventilación provocado por el incremento de las pulsaciones durante la carrera, y que permitan una buena eliminación del sudor.
Por otro lado, los efectos secundarios de los medicamentos antihistamínicos indicados para la alergia, como una mayor somnolencia y una disminución de la atención, pueden suponer un obstáculo para el running. El experto de Zagros Sports recomienda su consumo, en la medida de lo posible y si los síntomas de la alergia lo permiten, al concluir el ejercicio.
EL PODER DE LA ALIMENTACIÓN
Determinados alimentos aumentan la liberación de histamina, molécula que induce la reacción del sistema inmune, mientras que otros fortalecen las defensas del organismo y reducen los síntomas alérgicos. En general, para quienes quieren correr al aire libre se recomienda aumentar el consumo de frutas y verduras. Además, se debe reducir la ingesta de proteínas, ya que estas aumentan la respuesta alérgica del organismo. Se tomarán algunos alimentos ricos en proteínas para potenciar el correcto funcionamiento de los músculos, pero controlando las cantidades.
Por otro lado, la hidratación se vuelve aún más importante ya que la alergia acentúa la deshidratación. Debido a ello, se debe mantener un nivel de hidratación alto antes, durante y después del entrenamiento. El agua a su vez facilita la eliminación de la mucosa propia de la rinitis alérgica.