Investigan si la vacuna activa anticuerpos de anteriores encuentros con el coronavirus del resfriado común

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Publicado: miércoles, 6 julio 2022 7:15

MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo análisis de la respuesta de los anticuerpos a una vacuna contra el COVID-19 sugiere que el historial del sistema inmunitario frente a otros coronavirus, incluidos los causantes del resfriado común, determina la respuesta del paciente, según un estudio publicado en la revista 'Cell Reports', que apunta a que la vacuna contra el SARS-CoV-2 podría volver a despertar respuestas de anticuerpos anteriores y señalar el camino hacia una vacuna universal contra el coronavirus.

Dirigido por científicos del Instituto de Investigación Genómica Traslacional (TGen), que forma parte de City of Hope, y de la Universidad del Norte de Arizona (NAU), en Estados Unidos, un equipo de investigación ha descubierto que la vacuna genera anticuerpos que se dirigen a regiones de la proteína de la espícula del SARS-CoV-2 que son exclusivas del nuevo virus, al tiempo que se dirigen a regiones de la proteína que se comparten o conservan entre muchos coronavirus.

Además, la respuesta de los anticuerpos a estos diferentes coronavirus parece seguir caminos diferentes. A lo largo de los 140 días siguientes a la vacunación, la respuesta a los coronavirus del resfriado común comenzó pronto, pero disminuyó con el tiempo. La respuesta al SARS-CoV-2 siguió siendo cada vez más fuerte con el tiempo.

"Los hallazgos podrían ayudar a afinar el diseño de futuras vacunas o de nuevos tratamientos con anticuerpos monoclonales, lo que podría conducir a una vacuna universal contra el coronavirus", asegura el doctor John Altin, autor principal y profesor asistente de las divisiones de Genómica de Patógenos y Genómica Integrada del Cáncer de TGen.

"Incluso si la respuesta a las regiones conservadas es sólo una pequeña parte de la protección general de la vacuna, puede ser una respuesta que podría aprovecharse en futuras vacunas contra futuras variantes del virus COVID-19", añade.

Altin y sus colegas están examinando ahora más detenidamente los anticuerpos dirigidos a las dos regiones conservadas que identificaron en su estudio para determinar si se trata de anticuerpos ampliamente neutralizantes que generan inmunidad que se extiende a nuevas variantes del virus.

El uso de una tecnología llamada PepSeq, desarrollada por Altin y el coautor Jason Ladner, profesor adjunto del Instituto de Patógenos y Microbioma de la NAU, permitió a los investigadores trazar cuidadosamente las respuestas de los anticuerpos y seguirlas en serie durante 140 días en 21 personas que recibieron la vacuna de Moderna contra el SARS-CoV-2.

La tecnología asocia péptidos individuales (los componentes básicos de las proteínas) con etiquetas de ADN únicas. Las etiquetas permiten a los científicos identificar los péptidos a los que se dirigen los anticuerpos.

Antes de tecnologías como PepSeq, los investigadores tenían que medir la respuesta de los anticuerpos contra una proteína objetivo a la vez. "PepSeq nos permite realizar hasta cientos de miles de mediciones de anticuerpos contra diferentes partes de proteínas de virus, todas al mismo tiempo, a partir de la misma muestra", explica Ladner.

PepSeq también ayuda a los científicos a trazar con precisión la respuesta de los anticuerpos a regiones específicas de una proteína. Esto permitió a Ladner, Altin y sus colegas rastrear las diferencias en la respuesta de los anticuerpos entre regiones divergentes y conservadas de la proteína Spike del SARS-CoV-2.

"Nuestra teoría es que en realidad existe una memoria de anteriores encuentros con el coronavirus del resfriado común, y cuando se recibe la vacuna contra el SARS-CoV-2, la vacuna vuelve a despertar algunos de esos recuerdos. Entonces se observa esta respuesta temprana que es básicamente una respuesta rápida de memoria a lo que ya se ha visto --señala Altin--. Con el tiempo, el sistema inmunitario puede reconfigurar esas respuestas más en la dirección del virus pandémico".

Antes de COVID-19, Ladner y Altin utilizaban PepSeq para conocer más de cerca toda la gama de virus que infectan a los humanos. Esta potente tecnología ofrece una forma de "entender algo sobre los virus a los que una persona ha estado expuesta en el pasado y la respuesta inmunitaria a esas infecciones", apunta Ladner.

Por ejemplo, Ladner y sus colegas están estudiando si algunas enfermedades crónicas, como la diabetes de tipo 1 y la celiaquía, podrían tener algunas de sus raíces en diferentes exposiciones virales. También utilizan la tecnología para buscar diferentes tasas de infección entre distintas poblaciones, para ver cómo este historial de exposición podría estar relacionado con las disparidades de salud entre esas poblaciones.