Investigan los beneficios del ejercicio en la infancia

Yoga. Niña haciendo yoga. Ejercicio.
AUTUMM/FLICKR
Actualizado: martes, 14 julio 2015 11:17

   MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Hacer ejercicio durante la infancia podría favorecer el ejercicio físico voluntario y el desarrollo de una menor masa corporal durante la edad adulta, según una investigación de la Universidad de California (EEUU).

   Durante el estudio se realizó un experimento con ratones, evaluando los efectos del ejercicio a edades tempranas en la actividad física, la masa corporal, el consumo de comida y los niveles de leptina en la edad adulta.

   El profesor de Biología y director de la investigación, Theodore Garland, ha señalado que "estos resultados influyen en la importancia de la educación física regular en la escuela y los institutos", a lo que ha añadido que "si los niños se ejercitan regularmente durante sus años de colegio, es más probable que continúen practicando ejercicio físico cuando sean adultos, lo que podría tener unos efectos positivos a largo plazo en la salud humana y el bienestar".

   Garland ha explicado que "aunque el efecto positivo del ejercicio en la edad temprana solo duró una semana, hay que señalar que una semana en la vida de un ratón equivale a nueve meses en la vida humana", a lo que ha añadido que "nuestros resultados sugieren que cualquier efecto positivo del ejercicio de la juventud en la inclinación a practicar ejercicio físico durante la edad adulta requiere un refuerzo y mantenimiento si se pretende que sea a largo plazo".

   Para realizar la investigación, publicada en la revista 'Physiology & Behavior', se seleccionaron varios ratones macho que tendían a correr en la rueda voluntariamente, mientras que los que no utilizaban la rueda fueron utilizados como grupo de control. La mitad de los ratones que sí corrían y la mitad de los que no tuvieron acceso a la rueda cuando estaban pasando por la pubertad, en torno a los 24 días de edad, para después quitarles la rueda durante siete semanas y volver a dársela durante dos semanas.

   Durante todo este tiempo se monitorizó la actividad de los ratones en la jaula, su consumo alimenticio y su masa corporal. Los resultados mostraron que tanto los ratones que ya corrían voluntariamente cuando eran jóvenes como los de los grupos de control incrementaron su actividad física.

   Además, los ratones que habían practicado ejercicio físico también mostraban un menor peso que los que no lo habían hecho. Theodore Garland ha destacado que "los niveles de ejercicio moderados pueden reducir la masa corporal sin desencadenar apetito o una necesidad de comer compensatoria. Si esto es verdad y también se da en los humanos, podría demostrar la importancia de practicar ejercicio físico diario".

   Aún así, el ejercicio terminaba estimulando el apetito, pero puede ser que algunos tipos de actividad física, con una duración y un nivel determinados, no estimulen el apetito a ese nivel. "Si pudiéramos entender qué tipo de ejercicios son estos, podríamos proponer planes de ejercicio que proporcionaran todos los beneficios de la actividad física pero sin aumentar el apetito compensatorio, ayudando a reducir el peso", ha afirmado Garland.