MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los astrocitos, las células en forma de estrella de nuestro cerebro, están muy ocupados, ya que su trabajo incluye mantener la barrera hematoencefálica, eliminar el exceso de neurotransmisores, reparar el tejido cerebral y otras labores. Su importante papel en la función cerebral sugiere que los astrocitos también están involucrados en la enfermedad y los científicos están particularmente interesados en descubrir cómo pueden conducir a la inflamación en el cerebro.
La inflamación cerebral está relacionada con una serie de enfermedades misteriosas y devastadoras, que incluyen la esclerosis múltiple (EM), la enfermedad de Alzheimer y las patologías mentales. Por ello, urge desarrollar nuevos tratamientos para estos trastornos.
Ahora, científicos del 'Sanford Burnham Prebys Medical Discovery Institute' (SBP), en La Jolla, California, Estados Unidos, han identificado una subpoblación de astrocitos como el tipo de célula dominante para entrar en acción in vivo (en un organismo vivo) en un entorno de enfermedad neuroinflamatoria. Su activación temprana inspiró su nuevo nombre: ie Astrocitos (astrocitos iniciales inmediatos), como detalla el artículo sobre el estudio publicado en 'eNeuro'.
"Hay una necesidad urgente de tratamientos de los trastornos de inflamación cerebral que están involucrados en muchas enfermedades, incluidas la EM y la enfermedad de Alzheimer", afirma el autor principal del artículo, Jerold Chun, profesor y vicepresidente senior de Descubrimiento de Fármacos en Neurociencia en SBP. "Desarrollar terapias que prevengan la formación de ie Astrocitos o reduzcan sus niveles de activación en el cerebro podría ofrecer nuevos enfoques para el tratamiento de enfermedades neuroinflamatorias y neurodegenerativas", añade.
UN TIPO DE ASTROCITOS AUMENTA CON LA INFLAMACIÓN CEREBRAL
Los científicos identificaron el nuevo tipo de astrocito utilizando una técnica de etiquetado fluorescente e imparcial para visualizar las células cerebrales más activas que expresan un factor de transcripción dependiente de la actividad, cFos. Las células que estaban "encendidas" brillaban en verde, lo que permitía a los investigadores rastrear las células activadas a lo largo del tiempo y el espacio. La aplicación de este método a un modelo de inflamación cerebral en ratones permitió la visualización de qué células se activaron a medida que progresaba la enfermedad.
"Esperábamos ver que las células inmunes se iluminaran, pero sorprendentemente, no se activaron. Tampoco las neuronas ni la microglía --dice Chun--. Los ie Astrocitos fueron las primeras y predominantes células activadas durante la iniciación y progresión de la enfermedad, sugiriendo que son un guardián clave y mediador de la enfermedad. Esto es una desviación de nuestro entendimiento previo de que los astrocitos son células espectadoras, solo 'moviéndose hacia el lado oscuro' una vez que se ha producido el daño inicial".
Los ie Astrocitos aumentaron en número a medida que avanzaba la inflamación cerebral, lo que indica que desempeñan un papel clave en la enfermedad. El tratamiento de las células cerebrales en un experimento in vivo con un medicamento aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para MS, 'GILENYA' ('fingolimod') redujo la formación de ie Astrocitos, implicando aún más su papel en la enfermedad e identificando los efectos cerebrales directos del medicamento.
"Una mayor comprensión de los ie Astrocitos podría desbloquear más misterios del cerebro --dice Chun--. Definir estas células a través de su actividad in vivo es un primer paso importante, ya que puede ayudar a guiar el desarrollo terapéutico utilizando una lectura que rastrea con una enfermedad cerebral". El equipo de Chun ya está trabajando en su siguiente paso: caracterizar estos astrocitos a nivel molecular, particularmente los genes específicos que se activan.