MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Supercomputación de la Universidad de Málaga han identificado nuevos biomarcadores para el diagnóstico, el pronóstico y el tratamiento del cáncer de pulmón, según el estudio 'BI4NEXT' publicado en la revista científica 'PeerJ'.
La neumóloga del Hospital Regional de Málaga, Macarena Arroyo, es la autora principal de este estudio, que comenzó en 2013 como una tesis doctoral bajo el liderazgo del profesor Gonzalo Claros, junto al oncólogo Manuel Cabo y la especialista en bioinformática y Doctora en Biología de la UMA, Rocío Bautista.
A través de estudios prospectivos bioinformáticos, el descubrimiento ha evidenciado que las células de ciertas regiones de ADN repetitivas, formadas por fósiles de transposones, cambian cuando las células sanas se vuelven cancerosas.
Esta investigación viene además a desmentir la idea que se había estado trabajando durante años basada en la creencia de que los elementos repetitivos en las células sanas estaban "inactivos" y que era solo cuando las células se volvían cancerosas que cambiaban, cuando estas regiones se desregulaban y mostraban resistencia al tratamiento.
Según ha explicado el profesor Gonzalo Claros, del Departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la UMA, estas secuencias repetitivas se expresan y se regulan de manera específica tanto en el tejido normal como en el tumoral, de forma constante y controlada.
NUEVA FUENTE DE BIOMARCADORES
Los investigadores han observado que algunas regiones repetitivas se comportan de manera similar en todos los pacientes y en todos los tipos de cáncer de pulmón estudiados, como los elementos AluYg6 y LTR18B presentes en todas las células de cáncer de pulmón o los elementos HERVK11D-Int y UCON88 que se activan en adenocarcinoma y carcinoma de pulmón de células pequeñas, respectivamente.
Estos elementos repetitivos, que suponen más del 50 por ciento del genoma, surgen como una nueva fuente de biomarcadores a tener en cuenta, puesto que aún están poco explotados. Con ellos, aseguran los investigadores, se podría conseguir una mayor precisión y un ahorro en los costes y el tiempo de análisis.
Esto se podría traducir en una posible solución que utilizaría la biopsia de fluidos para encontrar secuencias repetitivas de transposones. "La robustez del diagnóstico aumentaría y, además, tomaría menos tiempo y porción de muestra", ha resaltado al respecto el profesor Claros.
Para ello, los investigadores ha comparado durante casi 3 años el tejido sano y el tejido tumoral del mismo paciente con cáncer de pulmón, a partir de una muestra de biobancos de 50 pacientes de Corea y 17 pacientes de China, a los que también se han unido 8 pacientes del Hospital Regional de Málaga.
"Simplemente secuenciando a los ocho pacientes del biobanco de Málaga, utilizando para tal fin la plataforma de secuenciación de alto rendimiento de SCBI y el supercomputador Picasso, obtuvimos los datos que habíamos verificado en otros miles de pacientes de otras bases de datos", ha asegurado el profesor de Biología Molecular y Bioquímica, quien ha aclarado que toda esta información está disponible para la comunidad científica.
Este estudio bioinformático, aunque todavía pendiente de validación en el laboratorio, representa un paso hacia el diagnóstico del cáncer de pulmón y una nueva fuente de información para los especialistas, que se podría extender a todas las enfermedades que dispongan de un componente genético.