ALICANTE 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Alicante (UA) participan en un proyecto para llevar a cabo un diagnóstico de las características y la magnitud de las pérdidas reproductivas precoces y mejorar la atención de quienes las sufren. Actualmente, el apoyo emocional disponible se centra en las pérdidas registradas a partir del segundo trimestre, pese a que alertan de que el daño que generan no está asociado a la semana de gestación.
Un equipo de investigación multidisciplinar, coordinado por la investigadora de la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB) Diana Marre, ha iniciado el proyecto 'Pérdidas reproductivas precoces: del malestar físico y emocional invisible al posible duelo personal, familiar y social', según ha indicado la institución académica alicantina en un comunicado.
El objetivo del proyecto es detectar las necesidades de asistencia, acompañamiento y duelo en gestantes que sufren pérdidas tempranas, así como en su red familiar y en el personal sanitario que las atiende, con el fin de poder ofrecer "una atención adecuada, personalizada y basada en evidencias que permita paliar su malestar y sufrimiento y atenuar los efectos adversos".
La iniciativa permitirá diseñar una encuesta para dimensionar "adecuadamente" la problemática e incorporarla a las estadísticas generales de población, así como plantear posibles intervenciones en la salud física, psicológica y social de quienes sufren pérdidas gestacionales y de su entorno.
La sistematización, reproducción y escala de estas intervenciones y evaluación de su impacto se pondrán a prueba en el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Sant Pau y su área de asistencia en atención primaria. Allí se atienden anualmente 12.000 visitas de gestación, con unas 400 pérdidas gestacionales, y se realizan 600 ciclos de reproducción asistida, de los cuales 400 resultan en fracaso o pérdida.
En el proyecto se contará con médicos, matronas, anestesiólogos y enfermeras que atienden a las mujeres en algún punto del proceso. Estas gestantes cuentan también con el apoyo del servicio de psiquiatría del hospital y, en concreto, con su unidad de salud mental perinatal para "contribuir a una propuesta de mejora del duelo y de la salud mental en general y de sus efectos adversos".
Diana Marre, investigadora del grupo AFIN del Departamento de Antropología Social y Cultural de la UAB, ha apuntado que "el sufrimiento por una pérdida gestacional es significativo y su intensidad e impacto personal, familiar y social no está asociado a la semana de gestación en que se produce".
"Una pérdida temprana puede tener tanto impacto emocional como una de segundo o tercer trimestre. Sin embargo, aunque el 95 por ciento de las pérdidas ocurren en el primer trimestre de embarazo, los protocolos clínicos y los programas de apoyo emocional disponibles se centran mayoritariamente en las pérdidas de segundo y tercer trimestre", ha señalado.
Ante esta situación, ha destacado que el proyecto propone un abordaje del duelo que no esté basado en el tiempo de gestación ni en el tamaño o el peso del feto. A este respecto, ha indicado que el abordaje clínico de las pérdidas reproductivas precoces no valora actualmente el impacto emocional.
"NO CONTEMPLAN POSIBILIDAD DE DUELO"
La profesora de la UAB Elisa Llurba ha expresado que los profesionales tratan las pérdidas precoces como "algo habitual y asumible, dentro de circuitos quirúrgicos que no se adecuan ni consideran la pérdida como tal". "Por tanto, no contemplan la posibilidad de duelo. La ausencia de intervención sensible aumenta el trauma, lo que puede favorecer situaciones de violencia reproductiva", ha señalado.
"Las gestantes deben poder decidir si esperan a expulsar el feto espontáneamente o provocan la expulsión en casa o con cirugía en el hospital", ha subrayado. Al mismo tiempo, ha indicado que es importante que cuenten con apoyo físico, emocional y social, así como con "la posibilidad de ver o conservar algún recuerdo, como se aconseja en otros contextos".
En cuanto a la aportación de la UA, el grupo de investigación que participa es el de 'Población, Medio ambiente y Desarrollo (POMADE)'. Está coordinado por la profesora María José Rodríguez Jaume, socióloga y experta en diseños de investigación e instrumentos de medición social cuantitativos.
"PERIODO QUE SE DESATIENDE"
Este grupo de Alicante ha sido el responsable de diseñar y validar un instrumento estructurado (cuestionario), que permitirá comprender y mejorar la atención a las mujeres y parejas que experimentan una pérdida temprana en el primer mes de gestación.
"La singularidad del estudio reside en que centra el interés en las pérdidas durante el primer mes de gestación, por ser el periodo que habitualmente se desatiende en los procedimientos de atención y apoyo emocional en duelo perinatal", ha detallado Rodríguez.
En este sentido, ha apuntado que la edad gestacional "no permite predecir el apego o el duelo". "Las vivencias de la muerte durante el embarazo no deberían estructurarse siguiendo la lógica de la 'jerarquía de tristeza', en donde una mujer o su pareja es, socialmente y en el sistema de atención a la salud, más o menos importante según la edad gestacional", ha resaltado.
La UA ha señalado que no hay estadísticas sobre pérdidas gestacionales tempranas, lo que "evidencia significativa de la invisibilidad y minimización de su impacto personal, familiar y social". No obstante, un cálculo aproximado sugiere que, si en 2020 hubo 339.206 nacimientos, 84.800 se perdieron.
EQUIPO DE LA UA
El equipo de la UA cuenta con la participación de Diana Gil, socióloga y experta en políticas públicas sanitarias; María José González, socióloga y experta en diseños de investigación e instrumentos de medición social cuantitativos; y Pablo Caballero, estadístico y experto en epidemiología.
En el proyecto también participa el Grupo de Medicina Perinatal y de la Mujer del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (IIB Sant Pau), el Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del mismo hospital y el de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Sant Pau (HSP)-Fundació Puigvert (FP), dirigido por Elisa Llurba.
La investigación está financiada en el marco de la convocatoria Conecta de la Fundación la Caixa y cuenta con la colaboración de diversas asociaciones de personas afectadas y entidades profesionales, así como con la participación de una treintena de servicios de salud materno infantil del Estado incluidas en la RED RICORs en salud materno-infantil y del desarrollo financiado por el Instituto de Salud Carlos III y coordinada también por la doctora Elisa Llurba.