MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai (Estados Unidos) han descubierto nuevos impulsores moleculares de la enfermedad de Parkinson utilizando una sofisticada técnica estadística llamada análisis de redes genéticas en múltiples escalas (MGNA, por sus siglas en inglés). El equipo también pudo determinar cómo estos impulsores moleculares impactan las funciones de los genes involucrados en la enfermedad.
Algunos casos de Parkinson son causados directamente por mutaciones genéticas, pero estos casos son raros. Aproximadamente el 80 por ciento de los diagnósticos de la enfermedad no tienen una causa conocida y, aunque hay algunos genes que pueden aumentar ligeramente el riesgo de un individuo de desarrollar la enfermedad, los impactos biológicos de estos genes siguen siendo poco claros.
"Este estudio ofrece un enfoque novedoso para entender la mayoría de los casos de Parkinson. Este enfoque no solo revela nuevos impulsores, sino que también aclara el contexto funcional de los genes conocidos de los factores de riesgo de la enfermedad", explica Bin Zhang, el líder de este nuevo estudio, que se ha publicado en la revista 'Nature Communications'.
Estos investigadores desarrollaron originalmente hace unos seis años el método MGNA para investigar los mecanismos moleculares de la enfermedad de Alzheimer. Desde entonces, lo han aplicado a una variedad de enfermedades complejas, desde el Alzheimer hasta el cáncer. La estrategia tiene en cuenta los datos genéticos, epigenéticos, transcriptómicos, patológicos y clínicos de un gran número de muestras de tejido e identifica los vínculos entre ellas.
En su trabajo, los investigadores combinaron datos de ocho estudios diferentes que incluyeron análisis postmortem de la sustancia negra, la parte del cerebro más afectada por la enfermedad de Parkinson. Esto le dio al equipo un conjunto de datos más grande de un total de 83 pacientes, que luego compararon con 70 controles que no tenían Parkinson.
Aplicando MGNA al conjunto de datos combinados, los científicos identificaron un número de reguladores clave de las redes de genes que nunca antes habían sido asociados con la enfermedad. Después, validaron experimentalmente los hallazgos en ratones. Eligieron probar los efectos del STMN2, un gen que el análisis identificó como un regulador clave de la red molecular del Parkinson. El gen se expresa normalmente en neuronas que producen dopamina, un neurotransmisor que se agota en la sustancia negra de los pacientes con la enfermedad.
Para probar su influencia sobre el Parkinson, eliminaron el gen STMN2 en la sustancia negra de los ratones. La secuenciación del ARN mostró que esto condujo a un aumento de la regulación de nueve genes que se habían asociado previamente con la enfermedad. Los ratones desarrollaron patologías similares al Parkinson, como la degeneración de neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra y un aumento en la concentración de la proteína tóxica modificada alfa-sinucleína, ambas consideradas características de la enfermedad. Además, los ratones sufrían problemas motores típicos del Parkinson como dificultades para mantener el equilibrio en una varilla.
A pesar de que el equipo fue capaz de crear un tamaño de muestra lo suficientemente grande para aplicar un análisis serio, los investigadores puntualizan que 83 pacientes siguen siendo un número relativamente pequeño y que los resultados deben ser validados en estudios más grandes.