MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -
La investigadora del Instituto de Neurociencias del CSIC, Ángela Nieto, ha participado en el programa 'STEM Talent Girl' con una 'masterclass' en la que ha animado a las alumnas a estudiar disciplinas científicas.
Allí ha contado que su grupo de investigación halló la conexión entre el desarrollo embrionario y el cáncer, lo que abría puertas a comprender mejor la biología de esta enfermedad. Este descubrimiento se produjo a través de los llamados genes 'Snail', que dieron la pista del vínculo entre el embrión y el cáncer.
Este trabajo de investigación ha puesto el foco en los mecanismos por los que el cáncer se disemina por todo el cuerpo para formar la metástasis, esos tumores secundarios que aparecen en diferentes órganos y que son la causa de más del 90 por ciento de las muertes asociadas al cáncer.
El estudio de los genes 'Snail' permitió al equipo de investigación que dirige Nieto detectar los mecanismos que ayudan a las células embrionarias a trasladarse a distintos lugares para formar los tejidos normales y cómo son secuestradas por las células cancerosas para dispersar el cáncer a otros órganos.
De cara al futuro, el grupo continuará estudiando los mecanismos que determinan la formación del embrión y aprendiendo de los embriones con el fin de conocer mejor las enfermedades y proponer estrategias terapéuticas más efectivas.
A este respecto, el experto ha subrayado uno de los últimos descubrimientos relacionados sobre cómo la activación patológica de genes embrionarios también aparece en otras enfermedades como la degeneración de órganos que se produce en respuesta a muchas enfermedades y de forma natural durante el envejecimiento.
La investigadora del CSIC, que confiesa que siempre se recuerda queriendo ser científica, ha destacado durante su charla la brecha entre hombres y mujeres en trabajos asociados a la ciencia y la investigación. En su opinión, las niñas desarrollan lo que se denomina en inglés 'dream gap', que hace alusión al convencimiento que éstas tienen de no que serán capaces de realizar bien su trabajo en disciplinas científicas.
"Sin embargo, ante esto el único mensaje debe ser que es posible hacerlo, que se puede ser científica y ser feliz, que si ese es su sueño que sigan adelante. Se prevé que el 80 por ciento de los futuros puestos de trabajo van a estar vinculados a disciplinas STEM y esto hace que hoy sea más importante que nunca fomentar las vocaciones científicas en las niñas, para que nuestro futuro no sea un mundo aún más masculinizado", ha zanjado.