MADRID 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un tratamiento de inmunoterapia, que actúa directamente sobre el sistema inmunológico, redujo la progresión a la diabetes tipo 1 en individuos de alto riesgo, según los resultados de una investigación financiada por los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos y publicadao en 'The New England Journal of Medicine'. Se trata del primer estudio en demostrar que la diabetes tipo 1 puede retrasarse dos o más años entre las personas que corren un alto riesgo.
El estudio, presentado en la sesiones científicas de la American Diabetes Association en San Francisco, se basa en el tratamiento con un anticuerpo monoclonal anti-CD3 (teplizumab) y fue realizado por Type 1 Diabetes TrialNet, una colaboración internacional destinada a descubrir formas de retrasar o prevenir la diabetes tipo 1.
Los investigadores reclutaron a 76 participantes de 8 a 49 años de edad que eran familiares de personas con diabetes tipo 1, tenían al menos dos tipos de autoanticuerpos relacionados con la diabetes (proteínas producidas por el sistema inmunitario) y una tolerancia anormal a la glucosa.
Los participantes se asignaron al azar al grupo de tratamiento, que recibió un ciclo de teplizumab de 14 días, o al grupo de control, que recibió un placebo. Todos los participantes se sometieron a pruebas de tolerancia a la glucosa regularmente hasta que se completó el estudio, o hasta que desarrollaron diabetes tipo 1.
Durante el ensayo, el 72% de las personas en el grupo de control desarrolló diabetes clínica, en comparación con solo el 43% del grupo de teplizumab. El tiempo medio en el que las personas del grupo de control desarrollaron diabetes clínica fue de poco más de 24 meses, mientras que los que lo hicieron en el grupo de tratamiento tuvieron una mediana de tiempo de 48 meses antes de llegar al diagnóstico.
"La diferencia en los resultados fue sorprendente. Este descubrimiento es la primera evidencia que hemos encontrado de que la diabetes tipo 1 clínica puede retrasarse con un tratamiento preventivo temprano --destaca Lisa Spain, científica del Proyecto del Instituto Nacional de Diabetes de los NIH y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK), patrocinador de TrialNet--. Los resultados tienen implicaciones importantes para las personas, especialmente los jóvenes que tienen familiares con la enfermedad, ya que pueden tener un alto riesgo y beneficiarse de la detección y el tratamiento tempranos".
La diabetes tipo 1 se desarrolla cuando las células T del sistema inmunológico destruyen erróneamente las células beta productoras de insulina del cuerpo. La insulina es necesaria para convertir la glucosa en energía. Teplizumab se dirige a las células T para disminuir la destrucción de las células beta.
"La investigación clínica previa financiada por los NIH encontró que el teplizumab frena efectivamente la pérdida de células beta en personas con diabetes tipo 1 clínica de aparición reciente, pero el medicamento nunca se había probado en personas que no tenían una enfermedad clínica --explica Kevan C. Herold, de la Universidad de Yale--. Queríamos ver si la intervención temprana tendría un beneficio para las personas que están en alto riesgo pero que aún no tienen síntomas de diabetes tipo 1".
Los efectos del fármaco fueron mayores en el primer año después de administrarse, cuando el 41% de los participantes desarrollaron diabetes clínica, principalmente en el grupo de placebo. Muchos factores, incluida la edad, podrían haber contribuido a la capacidad de teplizumab para retrasar la enfermedad clínica, ya que se sabe que los niños y adolescentes en riesgo progresan a la diabetes tipo 1 más rápido que los adultos. La progresión más rápida de la diabetes tipo 1 se asocia con un sistema inmunitario altamente activo, lo que puede explicar el impacto de los fármacos moduladores del sistema inmunitario como el teplizumab.
Otros datos recopilados del ensayo pueden ayudar a los investigadores a comprender por qué ciertas personas respondieron al tratamiento. Los participantes que respondieron al teplizumab tendían a tener ciertos autoanticuerpos y otras características del sistema inmunológico. El equipo de investigación también advirtió que el estudio tenía limitaciones, incluida la pequeña cantidad de participantes, su falta de diversidad étnica, y que todos los participantes eran familiares de personas con diabetes tipo 1, lo que potencialmente limitaba la capacidad de traducir el estudio de manera amplia.
"Si bien los resultados son alentadores, se necesita hacer más investigación para abordar las limitaciones del ensayo, así como para comprender completamente los mecanismos de acción, la eficacia a largo plazo y la seguridad del tratamiento", señala la doctora Spain.
El director del NIDDK, el doctor Griffin P. Rodgers, resalta que "este ensayo ilustra cómo décadas de investigación sobre la biología de la diabetes tipo 1 pueden conducir a tratamientos prometedores que tienen un impacto real en la vida de las personas. Estamos muy emocionados de ver los próximos pasos en esta investigación".
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"Los dedicados investigadores, voluntarios y familias que participan en este programa hacen posible este tipo de descubrimientos".