MADRID 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Debido a que no todos los pacientes con cáncer responden a un tipo líder de fármaco de inmunoterapia contra el cáncer, conocido como inhibidor de puntos de control inmunológico, los científicos exploraron si agregar inhibidores de la janus quinasa (JAK), medicamentos que tratan la inflamación crónica, podría ayudar. En dos estudios clínicos separados, publicados en ‘Science’, los investigadores encontraron que agregar inhibidores de JAK mejoró las respuestas de los pacientes a las inmunoterapias con inhibidores de puntos de control del cáncer.
"Aparte de los interesantes hallazgos de los ensayos de fase inicial informados por [ambos grupos], proporcionan una gran cantidad de datos con análisis complejos de las respuestas inmunes", escriben Massimo Gadina y John O'Shea en un artículo relacionado. "Será apasionante ver cómo se podrían utilizar datos tan sofisticados en la clínica y para fundamentar la investigación".
Los inhibidores de puntos de control inmunológico (ICIs) actúan bloqueando las proteínas de los puntos de control en las células T que, de otro modo, impiden que el sistema inmunológico apunte a las células cancerosas y las mate. Los ICIs han mejorado sustancialmente el tratamiento de algunos tipos de cáncer. Sin embargo, no todos los pacientes responden a estas inmunoterapias. Y los pacientes con cáncer suelen tener inflamación crónica e inmunosupresión, lo que puede limitar la respuesta al tratamiento con ICIs.
En dos estudios clínicos independientes, los investigadores investigaron si el uso de inhibidores de JAK o jakinibs, que previenen la inflamación desde el interior de las células, podría mejorar las respuestas antitumorales de la inmunoterapia anti-PD-1 ICI en pacientes con cáncer. Divij Mathew, de la Universidad de Pennsylvannia (Estados Unidos) y su equipo realizaron un ensayo clínico de fase II para investigar el uso del inhibidor de JAK1 itacitinib en combinación con el anti-PD-1 ICI pembrolizumab como tratamiento de primera línea para el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) metastásico.
Los investigadores encontraron que el retraso en la administración de itacitinib después del tratamiento con pembrolizumab mejoró la respuesta a la inmunoterapia. Según los hallazgos del ensayo, que incluyó a 21 pacientes con CPCNP sin tratamiento previo, la mediana de supervivencia libre de progresión fue de casi 2 años, en comparación con los 6,5 a 10,3 meses informados en otros ensayos con solo ICI.
En un estudio separado, Jaroslav Zak, del Instituto de Investigación Scripp (Estados Unidos) y su equipo informan los resultados de un ensayo clínico de fase I/II en pacientes con linfoma de Hodgkin refractario recurrente que habían recibido previamente ICI y no respondieron o mostraron una respuesta mixta. Zak se centró en el uso de una combinación de ruxolitinib, un inhibidor de JAK1 y JAK2, y el fármaco anti-PD-1 nivolumab.
Según los hallazgos, la administración de ruxolitinib 8 días antes del inicio del tratamiento con nivolumab dio como resultado una eficacia clínica mejorada en pacientes en los que previamente había fracasado la inmunoterapia con ICI. Entre los 19 pacientes que participaron, la supervivencia general fue del 87 % a los 2 años, en comparación con informes anteriores del 23,8 % con ICI sola.
La editora principal de ‘Science’, Priscilla Kelly, comenta ante estos datos: "Estos dos ensayos clínicos son notables porque allanan el camino para una nueva posible estrategia terapéutica. Los investigadores encuentran que en dos tipos diferentes de cáncer, la combinación de inhibidores de Janus quinasa (JAK) con inmunoterapia con inhibidores de puntos de control da como resultado mejores respuestas clínicas en pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas metastásico y aquellos con linfoma de Hodgkin en recaída o refractario. En el estudio en el que participaron pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas metastásico, esta terapia combinada se administró como tratamiento de primera línea".