El infradiagnóstico de la hepatitis C sigue predominando ante la falta de control del virus en Atención Primaria

Hospital Mancha Centro
EP/SESCAM
Actualizado: miércoles, 27 julio 2011 20:38

El rechazo social y contagiar a familiares y amigos, principales miedo de los enfermos de hepatitis C

MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

El infradiagnóstico de la hepatitis C sigue predominando ante la falta de control en Atención Primaria, por lo que "la lucha debe ser encontrar a las personas que no están diagnosticadas", afirma la coordinadora de la Asociación Española de Enfermos de Hepatitis C (AsoEEHC), Amparo González, con motivo del Día Mundial de las Hepatitis Víricas que se celebra este jueves.

"Hay que suministrar mayor información en Atención Primaria que son los médicos que diagnostican", sobre todo porque "cuando la enfermedad es más leve y la personas tiene menos años los tratamientos ralentizan enfermedad", añade en declaraciones a Europa Press.

Gran parte del infradiagnóstico se debe a la aparición silenciosa de la fase aguda y la escasez de síntomas en las primeras etapas de la infección crónica. Además, apunta, aunque existen herramientas para su control como los marcadores hepáticos para detectar la presencia del virus, estos aún no se realizan de forma generalizada.

En España hay actualmente unos 600.000 portadores del virus de la hepatitis C. "Hay un tres por ciento de la población española diagnosticada y sólo 5.000 personas están tratándose ahora, lo que significa que hay mucha gente que no se está tratando y no se cura", afirma.

En el mundo se estima que aproximadamente 180 millones de personas están infectadas de forma crónica, y que más de 350.000 fallecen anualmente como consecuencia de enfermedades hepáticas relacionadas con el virus. De las personas infectadas por el virus de la hepatitis C, entre un 70 y un 90 por ciento pasarán a convertirse en portadores crónicos.

Ante esta situación, González incide en la necesidad de aumentar las campañas de conocimiento sobre la enfermedad y recalca el desconocimiento que existe en la población general y en la política, en particular.

Como ejemplo recuerda que, "al contrario de lo que mucha gente piensa", no se trata de una enfermedad infectocontagiosa sino que se contagia a través de la sangre, por este motivo pone especial énfasis en un mayor control de la gente joven, especialmente aquellos que tienen contacto con 'piercing', tatuajes y personas actividades sexuales de alto riesgo y contacto con ciertas drogas.

No obstante, reconoce que en los dos últimos años han notado desde la asociación un aumento en el interés por parte de las instituciones que "consideran al paciente de hepatitis C como un paciente activo".

"En los últimos años nuestro objetivo ha sido llegar a ser una pieza más importante del puzzle para que el paciente tenga una mejor calidad de vida y asistencia sanitaria. Si seguimos por este camino conseguiremos mejor atención. Pero eso no depende de las asociaciones ni de los profesionales, solo depende de la Administración pública", advierte.

UN 60% SUFRE PROBLEMAS PSICOLÓGICOS

Entre sus principales reivindicaciones se encuentra una asistencia médica y farmacológica "igual" en todas las comunidades autónomas; un mayor número de mesas de trabajo; más campañas información por un diagnóstico precoz; más colaboración de las instituciones; y, añade, un papel más activo del paciente de modo que "tenga voz".

Asimismo, recuerda que tan importante como un mayor apoyo institucional es la atención psicológica para el paciente, al que hay que "prepararle a afrontar que la enfermedad"; también destaca el papel del familiar, un apoyo indispensable para el seguimiento del tratamiento.

La falta de información o información inadecuada puede acarrear problemas psicológicos. De hecho, explica González, casi el 60 por ciento de las personas que padecen hepatitis presentan algún tipo de alteración psicológica asociada a la enfermedad, ya que "hay mucho miedo al rechazo social y a contagiar a amigos y familiares".

"La persona tiene mucho miedo a comunicar el virus ya que el paciente viven con muchísimos fantasmas, se convierten en personas negativas con ansiedad, depresión, etc", un problema añadido a la adherencia al tratamiento.