Un implante inflable inyectado en la columna podría aliviar el dolor crónico

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Publicado: jueves, 1 julio 2021 7:31

MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de ingenieros y médicos de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, ha desarrollado un dispositivo ultrafino e inflable que puede utilizarse para tratar las formas más graves de dolor sin necesidad de recurrir a la cirugía invasiva, según publican en la revista 'Science Advances'.

El dispositivo, que utiliza una combinación de técnicas de fabricación robótica blanda, electrónica ultrafina y microfluídica, es tan fino (aproximadamente del ancho de un cabello humano) que puede enrollarse en un minúsculo cilindro, insertarse en una aguja e implantarse en el espacio epidural de la columna vertebral, la misma zona donde se administran las inyecciones para controlar el dolor durante el parto.

Una vez colocado correctamente, el dispositivo se infla con agua o aire para que se desenrolle como un diminuto colchón de aire, cubriendo una amplia sección de la médula espinal. Cuando se conecta a un generador de impulsos, los electrodos ultrafinos empiezan a enviar pequeñas corrientes eléctricas a la médula espinal, que interrumpen las señales de dolor.

Las primeras pruebas del dispositivo sugieren que podría ser un tratamiento eficaz para muchas formas de dolor intenso --incluidos los dolores de piernas y espalda-- que no se remedian con analgésicos. También podría adaptarse a un posible tratamiento de la parálisis o la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, serán necesarios amplios ensayos y pruebas clínicas antes de que el dispositivo pueda utilizarse en pacientes.

Aunque actualmente se utilizan otros tipos de dispositivos de estimulación de la médula espinal para tratar el dolor intenso, los más eficaces son voluminosos y requieren una cirugía invasiva, mientras que los actuales dispositivos de cerradura son mucho menos eficaces para tratar el dolor.

Al combinar la eficacia clínica de los dispositivos quirúrgicos y la facilidad de implantación de los dispositivos de cerradura, el dispositivo desarrollado por Cambridge podría ser una solución eficaz y a largo plazo para el dolor intratable, que afecta a millones de personas en todo el mundo.

El dolor es algo que todo el mundo experimenta, y para la gran mayoría de las personas es temporal y tratable. Sin embargo, para algunos, el dolor se vuelve debilitante. La estimulación de la médula espinal (EME) es una opción para quienes padecen dolor de espalda intratable u otros tipos de dolor neuropático, pero a pesar de su eficacia, su uso es limitado, ya que sólo se realizan 50.000 procedimientos al año en todo el mundo.

"La estimulación de la médula espinal es un tratamiento de último recurso para quienes sufren un dolor tan intenso que les impide realizar sus actividades cotidianas --explica el doctor Damiano Barone, del Departamento de Neurociencias Clínicas de Cambridge, uno de los autores principales del estudio--. Sin embargo, los dos tipos principales de dispositivos de SCS tienen defectos, lo que puede ser una de las razones por las que su uso es limitado, a pesar de que millones de personas luchan contra el dolor crónico cada día".

El dispositivo de SCS más eficaz en uso clínico es un dispositivo de tipo paleta, que cubre una amplia zona de la médula espinal, pero es voluminoso y requiere una cirugía invasiva bajo anestesia general. El otro tipo de dispositivo puede implantarse con una aguja y sólo requiere anestesia local, pero cubre una zona más pequeña y es menos eficaz clínicamente que el dispositivo tipo paleta.

"Nuestro objetivo era crear algo que fuera lo mejor de ambos mundos: un dispositivo clínicamente eficaz pero que no requiriera una intervención quirúrgica compleja y arriesgada --explica el doctor Christopher Proctor, del Departamento de Ingeniería de Cambridge, el otro autor principal del artículo--. Esto podría ayudar a llevar esta opción de tratamiento que cambia la vida a muchas más personas".

"Para conseguir algo que pudiera implantarse con una aguja, necesitábamos que el dispositivo fuera lo más fino posible", añade el coautor Ben Woodington, también del Departamento de Ingeniería.

Los investigadores utilizaron una combinación de técnicas de fabricación para construir su dispositivo: la electrónica flexible utilizada en la industria de los semiconductores, los minúsculos canales microfluídicos utilizados en la administración de fármacos y los materiales que cambian de forma utilizados en la robótica blanda.

El dispositivo terminado sólo tiene 60 micras de grosor, lo suficientemente fino como para poder enrollarlo y colocarlo en una aguja para implantarlo. Sin embargo, una vez implantado, el dispositivo se expande para cubrir una amplia zona de la médula espinal, gracias a los canales microfluídicos.

"La electrónica de película delgada no es nueva, pero la incorporación de cámaras de fluido es lo que hace único a nuestro dispositivo: esto permite que se infle en forma de paleta una vez que está dentro del paciente", señala Proctor.

"Nuestras versiones anteriores eran en realidad tan finas que eran invisibles a los rayos X, que el cirujano tendría que utilizar para confirmar que están en el lugar correcto antes de inflar el dispositivo --afirma Woodington--. Añadimos algunas partículas de bismuto para hacerlo visible sin aumentar demasiado el grosor. Diseñar un dispositivo es una cosa, pero ponerlo en uso quirúrgico es otra muy distinta", reconoce.

Los investigadores validaron su dispositivo in vitro y en un modelo de cadáver humano. Actualmente están trabajando con un socio fabricante para seguir desarrollando y ampliando su dispositivo y esperan comenzar las pruebas en pacientes dentro de dos o tres años.

"La forma en que fabricamos el dispositivo nos permite incorporar componentes adicionales: podríamos añadir más electrodos o hacerlo más grande para cubrir zonas más amplias de la columna vertebral con mayor precisión --explica Barone--. Esta adaptabilidad podría hacer de nuestro dispositivo SCS un tratamiento potencial para la parálisis tras una lesión de la médula espinal o un accidente cerebrovascular o para trastornos del movimiento como la enfermedad de Parkinson. Un dispositivo eficaz que no requiera una intervención quirúrgica invasiva podría aliviar a muchas personas".