MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El servicio de Angiología y Cirugía Vascular Hospital Universitario de Torrejón ha advertido este martes del impacto que las altas temperaturas propias del verano pueden tener en las personas que sufren de varices, que pueden experimentar un empeoramiento de síntomas como pesadez, calambres, cansancio, dolor, picor, parestesias, ardor o quemazón.
En un comunicado, han recalcado la importancia de seguir "una rutina de cuidados específicos para prevenir complicaciones y mantener una buena salud vascular".
Se entiende por varices "todas aquellas venas que, con independencia de su tamaño, se presentan elongadas, dilatadas, tortuosas o ramificadas" y que se caracterizan por "contribuir a la incapacidad del sistema venoso de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón".
"Es en los miembros inferiores donde se produce un aumento de la presión hidrostática, es decir, un estancamiento de la sangre en esas venas enfermas", ha explicado David Fernández Caballero, Jefe del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Torrejón.
"Estos problemas para devolver la sangre al corazón son los que provocan la hipertensión venosa, causando toda la sintomatología que acompaña al síndrome varicoso", ha indicado Fernández, que recalca que la presentación clínica puede variar mucho en ambos sexos.
"Los hombres demoran su asistencia a la consulta de Cirugía Vascular, por lo que tienden a presentar varices de mayor calibre, mientras que las mujeres suelen presentar sintomatología precozmente y mayor abundancia de varices de pequeño calibre", ha concretado.
Desde el hospital advierten que el calor provoca la dilatación de las venas, lo que dificulta todavía más el retorno de la sangre, aumentando la presión en las venas afectadas.
Además, destacan el calor y la exposición solar como una de las posibles causas de varices de pequeño calibre, como son las telangiectasias. Esto se debe a que "la exposición directa a fuentes de calor o los climas cálidos predisponen también a la aparición de varices".
Otros de los factores que pueden contribuir al desarrollo de varices son la bipedestación y el ortostatismo prolongados en aquellas personas que tienen mucha actividad de pie o sentados durante periodos prolongados de tiempo, el género femenino, los embarazos, el componente hereditario, la obesidad y otras causas como los tratamientos hormonales o los anticonceptivos orales.
CÓMO EVITARLO
Para evitar los efectos adversos del calor y de las altas temperaturas en la sintomatología de las varices, el doctor Fernández aconseja emplear ropa cómoda y fresca, evitando prendas apretadas que provoquen calor y humedad en los miembros inferiores, baños de agua fría sobre las piernas y aplicar crema hidratante refrigerada en la misma zona.
En cualquier caso, recuerda la importancia de acudir a un especialista de Angiología y Cirugía Vascular cuando aparecen los síntomas anteriormente mencionados o cuando surgen en la piel los primeros signos de enfermedad venosa, como las telangiectasias (arañas vasculares) o edemas (hinchazón).
"El principal método diagnóstico para el estudio del sistema venoso de los miembros inferiores y sus anomalías es la ecografía Doppler, ya que permite valorar de forma inmediata la presencia de reflujo en las venas exploradas", ha explicado el Jefe de servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Torrejón.
Mediante un estudio pormenorizado, los especialistas son capaces de clasificar el tipo y gravedad de la patología venosa y ajustarla al mejor enfoque terapéutico posible, individualizando y personalizándolo en cada paciente.
"En el caso de detectar alteraciones en alguno de los ejes safenos, aquellas venas del sistema nervioso superficial que pueden presentar insuficiencia, puede ser recomendable solucionar el problema mediante una intervención de endoláser de varices", señala el doctor.
En el Hospital Universitario de Torrejón realizan el endoláser venoso, una intervención con tecnología de vanguardia mínimamente invasiva totalmente ambulatoria que no requiere ingreso y que permite al paciente incorporarse a su vida normal desde el momento del alta. "Se trata de una cirugía sin cortes que no conlleva puntos ni suturas, no supone dolor postoperatorio y los hematomas que provoca son mínimos", relata el cirujano.
La única recomendación tras la intervención, además de la deambulación precoz, es el uso de medias de compresión por unas pocas semanas.