MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Experimentar la pubertad de forma temprana puede ser uno de los mecanismos a través de los cuales los factores de riesgo infantiles influyen en los problemas de salud cardiometabólica de los adultos, según un estudio publicado en la revista 'PLOS ONE' por Maria Bleil de la Universidad de Washington (Estados Unidos) y sus colegas.
Actualmente, el inicio más temprano de la pubertad a menudo está relacionado con factores como la raza (las niñas negras y latinas se desarrollan antes que las niñas blancas), la edad de la madre en su primer período, el aumento de peso infantil y la obesidad infantil, y experiencias adversas como las desventajas socioeconómicas infantiles, las relaciones estresantes entre padres e hijos y otros acontecimientos estresantes de la vida.
En este trabajo, Bleil y su equipo modelaron el momento de la pubertad y los riesgos para la salud en una cohorte de mujeres que habían participado en el estudio prospectivo de 30 años del NICHD sobre cuidado infantil temprano y desarrollo juvenil de niños y sus familias.
Se siguió a los participantes desde el nacimiento hasta la adolescencia (1991-2009) para examinar las trayectorias de la salud y el desarrollo infantil, con un seguimiento adicional del estudio en persona (2018-2022) entre participantes de 26 a 31 años para capturar aspectos sociales, conductuales y de salud e información sobre el estado en la edad adulta. Los autores ajustaron modelos a datos de la muestra completa de 655 mujeres.
Los autores encontraron que el inicio puberal tardío (desarrollo tardío de los senos, aparición del vello púbico y primer período) predijo un menor riesgo cardiometabólico en la edad adulta. También se descubrió que estos indicadores de la pubertad median los efectos de factores como la edad de la madre en su primer período, la raza, el percentil de IMC y el nivel socioeconómico de la infancia sobre el riesgo cardiometabólico de la edad adulta.
Este estudio mapea las relaciones predictivas entre los factores de riesgo infantiles, el momento de la pubertad y los riesgos cardiometabólicos de la edad adulta, pero no puede probar la causalidad. Dicho esto, el patrón de resultados proporciona evidencia longitudinal sólida sobre el papel del inicio de la pubertad como una vía que vincula las exposiciones tempranas en la vida y la salud cardiometabólica en la edad adulta, y sugiere que abordar el inicio de la pubertad puede mejorar la salud de manera más amplia en las niñas en riesgo. Los autores esperan que estudios futuros repliquen sus hallazgos y caractericen mejor la naturaleza de los vínculos identificados aquí.
Los autores añaden: "Este estudio sugiere que el momento del desarrollo puberal en las niñas es una vía importante a través de la cual los factores de riesgo tempranos en la vida, como el índice de masa corporal prepuberal y la posición socioeconómica, influyen en la salud cardiometabólica en la edad adulta. Las implicaciones de este trabajo son que el desarrollo puberal y su momento deben considerarse, y potencialmente apuntarse, en los esfuerzos por mejorar la salud cardiometabólica".