La vacuna protege mejor a bebés que han estado menos expuestos al parásito
BARCELONA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores liderados por el ISGlobal de Barcelona han identificado nuevos marcadores asociados a la protección por la vacuna de la malaria RTS,S, al detectar que esta protección depende en gran medida del nivel y subclase de los anticuerpos generados por la vacuna y de si se ha estado expuesto previamente al parásito.
Los resultados, publicados en la revista 'BMC Medicine', proporcionan una base para diseñar futuras vacunas más eficaces, y ha detectado que los niños con mayores niveles de unos anticuerpos antes de la vacunación estaban menos protegidos de la enfermedad tras la vacuna.
"Esto indica que la vacuna beneficiará más a bebés que no han estado expuestos al parásito durante el embarazo o en las primeras semanas de vida" ha explicado la líder del grupo, Carlota Dobaño, en un comunicado del ISGlobal.
"Este estudio, fruto de muchos años de trabajo de muchas personas, identifica nuevos marcadores de éxito o fracaso de la vacuna en niños africanos, y sienta las bases para el diseño de futuras vacunas más eficaces" ha destacado la investigadora.
Para eliminar la malaria se necesitará el uso combinado de una serie de intervenciones, incluyendo una vacuna eficaz, han destacado, y la RTS,S, aprobada por la Agencia Europea del Medicamento, ha mostrado tener una eficacia parcial, del 31% en bebés menores de 12 semanas y del 56% en niños y niñas de entre 5 y 17 meses.
La investigadora de ISGlobal --centro impulsado por la Fundación Bancaria La Caixa-- y su grupo han trabajado durante años para entender por qué tiene lugar esta variabilidad, y para identificar marcadores de protección de la vacuna.
En este estudio, un equipo internacional liderado por Dobaño investigó los niveles de protección y los tipos de anticuerpos inducidos por la vacuna, gracias a un ensayo cuantitativo que midió diversos subtipos de anticuerpos dirigidos contra diferentes fragmentos de una proteína del parásito (la CSP) y contra el antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (HBsAg), las dos proteínas que componen la vacuna RTS,S.
GHANA Y MOZAMBIQUE
Usaron suero y plasma proveniente de casi 200 bebés y niños y niñas de Kintampo (Ghana), una zona con alta transmisión de malaria, y Manhiça (Mozambique), con baja transmisión de malaria, vacunados en el marco de un ensayo clínico de fase 3 de esta vacuna.
Los resultados confirman que la vacuna induce niveles considerables de anticuerpos IgG contra ambas proteínas (la CSP y la HBsAg), y que son más elevados en niñas y niños que en bebés, aunque no todas las subclases de anticuerpos contra los diferentes fragmentos de CSP parecen proteger igual.
Mientras que las IgG1 y IgG3 se asociaron con protección contra la enfermedad, las IgG2 e IgG4 se asociaron con mayor riesgo.
"El balance de las diferentes subclases de anticuerpos parece ser más importante que el nivel total de IgG --un tipo de anticuerpos--", ha destacado la primera autora del estudio, Itziar Ubillos, que ha considerado que puede deberse a la capacidad que tienen los anticuerpos IgG1 y IgG3 de rodear la superficie del parásito y dar la señal para que las células del sistema inmune se lo coman.