MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Lincoln (Reino Unido) han explicado en un nuevo estudio cómo la temperatura a la que se desarrolla un animal puede afectar su fisiología y comportamiento reproductivo. Así, han mostrado que, al igual que en humanos, la espermatogénesis (la producción de espermatozoides) parece más sensible al estrés por calor que la oogénesis (la producción de óvulos).
"Se sabe que la razón por la que los testículos suelen estar localizados fuera de la cavidad corporal en los mamíferos machos es porque los espermatozoides son dañados por el calor excesivo dentro del cuerpo. Sin embargo, ahora está quedando claro que cuando se someten a estrés por calor, los hombres se vuelven infértiles antes que las mujeres", explican los autores en un artículo en la revista 'Journal of Evolutionary Biology'.
Su trabajo evalúa la producción de esperma y el comportamiento sexual de las polillas de la comida indias masculinas y femeninas, que produce dos tipos de esperma: un eupireno fertilizante y un esperma apirénico no fertilizante. La producción de ambos tipos de esperma se ve obstaculizada por el aumento de las temperaturas.
Las polillas fueron expuestas a diferentes temperaturas (de 20 a 33C) durante su desarrollo y hasta el punto en que, como adultas, estaban listas para aparearse. El estudio encontró que los espermatozoides se acortan (y por lo tanto son menos efectivos) cuanto mayor es la temperatura a la que se exponen las polillas, y que tanto los machos como las hembras tienen menos probabilidades de participar en la cópula cuando se crían a las temperaturas más altas y más bajas. Cuando copulaban, la duración también disminuía con el aumento de la temperatura.
En otro trabajo previo con insectos y también con plantas, descubrieron que se puede aparear a las hembras que han estado estresadas por el calor con machos no estresados, y que pueden producir descendencia; sin embargo, lo contrario no funciona: los machos estresados por el calor son a menudo infértiles.
"Estos resultados son interesantes porque es extremadamente importante entender cómo el aumento de la temperatura afectará a diferentes especies y sexos a medida que el clima cambie. En una era de calentamiento global, es vital investigar más en esta área, examinando tanto la fertilidad masculina como la femenina. La supervivencia de los animales depende en última instancia de que sean capaces de reproducirse", concluyen los investigadores.