MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores han comprobado que la relaxina, una hormona producida durante el embarazo, es eficaz para tratar el síndrome del hombro congelado, al conseguir restaurar el movimiento de la articulación en un modelo animal.
A partir del primer trimestre del embarazo, el cuerpo comienza a producir la hormona relaxina, que afloja los músculos, articulaciones y ligamentos de la futura madre para ayudar a su cuerpo a acomodar a un bebé en crecimiento y prepararse para el nacimiento.
Cuando Edward Rodriguez, Jefe de Traumatología Ortopédica en el Departamento de Cirugía Ortopédica del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIMDC) -un hospital docente de la Escuela de Medicina de Harvard--, observó que las pacientes con una afección articular común y dolorosa llamada artrofibrosis experimentaron un alivio prolongado durante y después del embarazo, decidió confirmar su sospecha de que la relaxina podría explicar el fenómeno.
En un primer estudio de este tipo, publicado en la revista 'Proceedings of the National Academies of Sciences', colaboró con Ara Nazarian, investigadora principal en el Centro de Estudios Ortopédicos Avanzados en BIDMC, y Mark Grinstaff, profesor de química en la Universidad de Boston, para investigar si las propiedades relajantes de la relaxina en las articulaciones podrían aplicarse para aliviar los síntomas de la artrofibrosis.
El equipo encontró que las inyecciones múltiples de relaxina humana directamente en la articulación afectada restablecían el rango de movimiento y mejoraban la salud de los tejidos en un modelo animal de 'hombro congelado', una forma dolorosa y debilitante de artrofibrosis particularmente común entre las mujeres de mediana edad, a menudo diabéticas.
"Las opciones de tratamiento actuales para la artrofibrosis, como la terapia física y la medicación, solo brindan alivio marginal o temporal y no abordan la fuente del dolor y la rigidez --explica Nazarian, quien también es profesor asociado de cirugía ortopédica en la Escuela de Medicina de Harvard--. Aunque se necesita más investigación, la reutilización de esta hormona del embarazo como un tratamiento para la artrofibrosis podría proporcionar una oportunidad sin precedentes".
Más común en los hombros, rodillas, caderas, muñecas y tobillos, la artrofibrosis afecta a más del cinco por ciento de la población general. Se caracteriza por dolor acompañado de una reducción en el rango de movimiento y es causada por una acumulación excesiva de tejido cicatricial en la articulación, provocada por una lesión, traumatismo, inmovilidad a largo plazo o cirugía. Hasta un tercio de los pacientes que se han sometido a una cirugía de reconstrucción de LCA pueden terminar con artrofibrosis.
En el nuevo estudio, utilizando células humanas in vitro, Nazarian y sus colegas demostraron que una versión específica de la hormona, la relaxina-2 humana, inhibe la producción de tejido cicatricial en las células y al disminuir indirectamente la producción de colágeno, la proteína fuerte que soporta las articulaciones y otros tejidos en todo el cuerpo, se sobreproducen en cicatrices.
A continuación, mostraron en un modelo animal de hombro congelado que las inyecciones múltiples en la articulación resultaron en mejoras significativas y duraderas en el rango de movimiento, mientras que una inyección única en la articulación o el tratamiento sistémico no lo hicieron.
De manera similar, cuando los científicos observaron los tejidos de la articulación, los animales que recibieron múltiples inyecciones de relaxina en la articulación parecieron sufrir cambios que indicaban una curación restaurativa.
Se necesitarán más estudios antes de investigar la eficacia de la relaxina para el tratamiento de la artrofibrosis en humanos, pero el equipo es optimista de que la hormona natural y bien tolerada podría ofrecer alivio a millones de personas.
"La artrofibrosis es una enfermedad generalizada que se presenta en todas las articulaciones, y su alta incidencia, las opciones de tratamiento limitadas y los malos resultados en los pacientes requieren soluciones no quirúrgicas alternativas y eficaces --explica Rodríguez, quien también es profesor asociado de Cirugía ortopédica en Harvard Medical School--. El suministro local de relaxina-2 ofrece un cambio de paradigma potencial en el tratamiento para los millones de personas que se ven afectadas por la artrofibrosis cada año".