MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
La elaboración de antivenenos no ha cambiado mucho en el último siglo. Normalmente, implica inmunizar caballos u ovejas con veneno de una sola especie de serpiente y recolectar los anticuerpos producidos. Si bien es eficaz, este proceso podría provocar reacciones adversas a los anticuerpos no humanos, y los tratamientos suelen ser específicos para cada especie y región.
Mientras exploraban maneras de mejorar este proceso, los científicos se toparon con alguien hiperinmune a los efectos de las neurotoxinas de serpiente.
DESARROLLAN EL ANTIVENENO DE MAYOR EFICACIA HASTA LA FECHA
Mediante el uso de anticuerpos de un donante humano con hiperinmunidad autoinducida al veneno de serpiente, científicos dirigidos por la Universidad de Columbia (Estados Unidos) han desarrollado el antiveneno de mayor eficacia hasta la fecha, que protege contra especies como la mamba negra, la cobra real y la serpiente tigre en ensayos con ratones.
Descrito en la revista 'Cell' de Cell Press , el antiveneno combina anticuerpos protectores y un inhibidor de moléculas pequeñas, abriendo el camino hacia un antisuero universal.
"El donante, durante casi 18 años, se había sometido a cientos de mordeduras y autoinmunizaciones con dosis crecientes de 16 especies de serpientes muy letales que normalmente matarían a un caballo", expone el primer autor, Jacob Glanville, director ejecutivo de la compañía estadounidense Centivax.
Después de que el donante, Tim Friede, aceptara participar en el estudio, los investigadores descubrieron que al exponerse al veneno de varias serpientes durante varios años, había generado anticuerpos que eran efectivos contra varias neurotoxinas de serpientes a la vez.
"Lo emocionante del donante fue su historial inmunitario único", exclama Glanville. "No solo creó potencialmente estos anticuerpos ampliamente neutralizantes, sino que, en este caso, podría dar lugar a un antiveneno de amplio espectro o universal".
CÓMO SE ELABORÓ EL ANTIVENENO
Para elaborar el antiveneno, el equipo creó primero un panel de prueba con 19 de las serpientes de categorías 1 y 2 más letales de la Organización Mundial de la Salud de la familia de los elápidos, un grupo que abarca aproximadamente la mitad de todas las especies venenosas, incluyendo serpientes coral, mambas, cobras, taipanes y kraits.
A continuación, los investigadores aislaron anticuerpos diana de la sangre del donante que reaccionaban con las neurotoxinas presentes en las especies de serpientes analizadas. Uno por uno, los anticuerpos se analizaron en ratones envenenados de cada especie del panel. De esta forma, los científicos pudieron elaborar sistemáticamente una combinación con un número mínimo, pero suficiente, de componentes para neutralizar todos los venenos.
El equipo formuló una mezcla con tres componentes principales: dos anticuerpos aislados del donante y una molécula pequeña. El primer anticuerpo del donante, llamado LNX-D09, protegió a los ratones de una dosis letal de veneno completo de seis de las especies de serpiente presentes en el panel. Para reforzar aún más el antisuero, el equipo añadió la molécula pequeña varespladib, un conocido inhibidor de toxinas, que otorgó protección contra otras tres especies. Finalmente, añadieron un segundo anticuerpo aislado del donante, llamado SNX-B03, que extendió la protección a todo el panel.
"Al llegar a los 3 componentes, obtuvimos una protección total sin precedentes para 13 de las 19 especies y, posteriormente, protección parcial para las restantes que analizamos", dice Glanville.
POR AHORA FUNCIONA EN MODELOS MURINOS
Tras la eficacia del cóctel antiveneno en modelos murinos, el equipo busca ahora probar su eficacia en el campo, comenzando por administrar el antiveneno a perros llevados a clínicas veterinarias por mordeduras de serpiente en Australia. Además, desean desarrollar un antiveneno dirigido a la otra familia principal de serpientes: las víboras.
"Estamos trabajando arduamente para preparar reactivos que permitan realizar este proceso iterativo: determinar cuál es la combinación mínima suficiente para brindar una protección amplia contra el veneno de los vipéridos", detalla el autor principal, Peter Kwong, profesor de Ciencias Médicas en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia y exmiembro de los Institutos Nacionales de Salud.
"El producto final contemplado sería una combinación única de antiveneno o, potencialmente, dos: una para los elápidos y otra para los vipéridos, ya que en algunas zonas del mundo solo existe una combinación".
El otro objetivo principal es contactar con fundaciones filantrópicas, gobiernos y compañías farmacéuticas para apoyar la fabricación y el desarrollo clínico del antiveneno de amplio espectro.