MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
Aunque la inmunoterapia ha tenido un gran impacto en el tratamiento del cáncer, el hecho es que solo una cuarta parte de los pacientes responde a estos tratamientos. "Esto plantea la pregunta: ¿Por qué funciona en esos pacientes? No entendemos muy bien el mecanismo en el trabajo", dice Weiping Zou, profesor de Cirugía, Patología, Inmunología y Biología en la Universidad de Michigan, Estados Unidos; quien junto a sus colegas ofrece una pista a esta cuestión en un estudio publicado en 'Journal of Clinical Investigation'.
Los investigadores estudiaron ratones con cáncer de colon, cáncer de ovario, melanoma y cáncer de pulmón para comprender cómo la expresión de la proteína PD-L1 afecta a la respuesta a su bloqueo. Este es un objetivo clave de los medicamentos de inmunoterapia. Los investigadores encontraron un vínculo importante en las células presentadoras de antígenos: los macrófagos y las células dendríticas presentes en el microambiente tumoral y en los ganglios linfáticos cercanos.
"Las células presentadoras de antígenos son la guía real. La expresión de PD-L1 en estas células es responsable de la respuesta a la terapia. Esto cambia nuestra comprensión de las terapias de bloqueo del punto de control y los biomarcadores que pueden predecir la eficacia clínica", apunta Zou.
Curiosamente, su equipo identificó por primera vez las células presentadoras de antígeno asociadas al cáncer humano en 2003, en un artículo publicado en 'Nature Medicine'; un documento que demostró que las células dendríticas expresan PD-L1 y el bloqueo de PD-L1 en las células presentadoras de antígeno genera la regresión del tumor en los sistemas modelo. Pero esto fue cuando la investigación de la inmunoterapia estaba en sus primeras etapas, antes de que se introdujeran las terapias actuales.
Cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó medicamentos de inmunoterapia diseñados para bloquear PD-L1 y PD-1, la indicación era que los tumores de los pacientes deben expresar PD-L1. Pero estas terapias han funcionado en pacientes cuyas células tumorales no expresaban PD-L1 y han fallado en pacientes cuyas células tumorales sí lo hacen. "Claramente, ése no es un biomarcador fiable", dice Zou.
En el nuevo estudio, los investigadores examinaron muestras de tejido de pacientes con melanoma y cáncer de ovario tratados con inmunoterapias. En ambos cánceres, los científicos detectaron un vínculo entre el porcentaje de células presentadoras de antígeno que expresan PD-L1 y una respuesta clínica objetiva al tratamiento.
Actualmente, el tejido tumoral se analiza ampliamente para la expresión de PD-L1. Sin mirar las células individuales dentro del tejido, podría enmascarar la verdadera fuente de expresión de PD-L1. Esta investigación sugiere que un análisis más complicado en busca de marcadores adicionales podría aportar más información para guiar el tratamiento.