MADRID, 3 Ene. (EDIZIONES) -
La gingivitis es una inflamación de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana, formada cuando las bacterias se mezclan con las partículas de los alimentos y de la saliva, generando una película pegajosa sobre los dientes.
"Si no se trata, la gingivitis puede progresar a periodontitis, afectando a los tejidos de soporte dental, como el hueso de alrededor de los dientes, comprometiendo así su estabilidad. Mantener una buena higiene bucal es esencial para prevenir y para tratar la gingivitis", subraya Silvia García, odontóloga de IMED Dental Valencia, en una entrevista con Infosalus.
Ahora bien, remarca que la gingivitis no se considera una enfermedad contagiosa directamente de persona a persona; sin embargo, sí señala que las bacterias responsables de su desarrollo sí pueden transmitirse: "Compartir utensilios de comida, cepillos de dientes, o besar a alguien con gingivitis puede exponer a otra persona a las bacterias que contribuyen a la enfermedad".
Además, resalta la experta, la falta de higiene bucal puede aumentar el riesgo de desarrollar gingivitis y, en consecuencia, la propagación de bacterias. "En resumen, aunque no es contagiosa como un resfriado, las prácticas de higiene y los comportamientos pueden influir en su transmisión", aclara Silvia García.
¿CUÁLES SON SUS SINTOMAS?
En cuanto sus síntomas, la experta de IMED Dental Valencia apunta a varios que pueden alertar sobre la presencia de esta condición; siendo algunos signos más comunes:
1. Encías inflamadas: Las encías afectadas por la gingivitis tienden a inflamarse, volviéndose más edematosa y sensibles.
2. Sangrado gingival: Uno de los síntomas más evidentes es el sangrado de las encías durante el cepillado o el uso del hilo dental.
3. Mal aliento: La acumulación de bacterias en la placa puede contribuir al mal aliento o halitosis.
4. Retracción de las encías: Las encías pueden retroceder, exponiendo más la superficie de los dientes.
5. Sensibilidad dental: La gingivitis puede hacer que los dientes sean más sensibles, especialmente al consumir alimentos, o bebidas frías o calientes.
6. Supuración gingival: En casos más avanzados, podemos encontrar la presencia de pus en la línea de las encías.
7. Cambios en la apariencia de las encías: Las encías sanas tienen un aspecto firme y rosado, y en la gingivitis pueden volverse más blandas y cambiar su coloración.
A su juicio, es importante destacar que, si experimentas alguno de estos síntomas, es crucial buscar la atención de un dentista. "La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir la progresión de la gingivitis a formas más severas de enfermedad periodontal", mantiene.
EL TRATAMIENTO A SEGUIR EN ESTOS CASOS
Con todo ello, la Silvia García recuerda que el tratamiento de la gingivitis generalmente implica medidas destinadas a eliminar la placa bacteriana y el sarro para promover la salud de las encías; siendo las principales pautas comunes recomendadas por el odontólogo:
1. Buena higiene bucal: El cepillado adecuado y el uso de hilo dental son fundamentales, y se suele aconsejar cepillarse los dientes al menos dos veces al día, preferiblemente después de cada comida, con pasta dental con flúor y usar hilo dental o cepillos interdentales para limpiar entre los dientes.
2. Limpieza dental profesional: Un dentista o higienista dental puede realizar una limpieza profesional para eliminar la acumulación de placa y sarro, que suele implicar el raspado de la placa y del sarro de la superficie de los dientes y debajo de las encías.
3. Enjuagues bucales antibacterianos: Se pueden recomendar enjuagues bucales con propiedades antibacterianas para ayudar a reducir la cantidad de bacterias en la boca.
4. Educación sobre la higiene bucal: En la consulta dental se proporciona orientación sobre técnicas de cepillado y el uso de hilo dental adecuadas, así como se puede sugerir cambios en la rutina de cuidado bucal.
5. Tratamientos adicionales: En algunos casos, se pueden recetar antibióticos u otros medicamentos para controlar la infección y reducir la inflamación.
6. Chequeos regulares: Después del tratamiento inicial, se recomienda programar chequeos regulares con el dentista para asegurarse de que la gingivitis esté bajo control y para abordar cualquier problema en sus primeras etapas.
"Es fundamental seguir las recomendaciones del dentista y mantener una buena rutina de cuidado bucal en casa para prevenir la recurrencia de la gingivitis. En casos más avanzados, o si la gingivitis no responde al tratamiento inicial, puede ser necesario un enfoque más intensivo, y el dentista podría referir al paciente a un especialista en periodoncia para un tratamiento adicional", defiende la experta de IMED Dental Valencia.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA PREVENIR LA GINGIVITIS?
A la hora de prevenir esta enfermedad, la odontóloga subraya la necesidad de mantener una buena higiene bucal y de adoptar hábitos saludables, dice que "la prevención es clave para mantener una sonrisa saludable a largo plazo", y menciona las siguientes recomendaciones:
1. Higiene bucal correcta: Cepíllate los dientes al menos dos veces al día utilizando una técnica correcta; los cepillos eléctricos a menudo son más efectivos para eliminar la placa que los cepillos manuales; asegúrate de cepillar todas las superficies de los dientes y la lengua; es importante utilizar el hilo dental o un limpiador interdental a diario para eliminar la placa y los restos de alimentos que el cepillo no puede alcanzar entre los dientes; reemplaza tu cepillo o cabezal periódicamente en cuanto las cerdas muestren desgaste; utiliza un enjuague bucal con propiedades antibacterianas para ayudar a reducir las bacterias en la boca; consulta con tu dentista para elegir un enjuague que se adapte a tus necesidades.
2. Visitas regulares al dentista: Programa chequeos dentales regulares, al menos cada seis meses, para una limpieza profesional y evaluación de la salud bucal.
3. Dieta equilibrada: Mantén una dieta equilibrada y evita el exceso de azúcares y de alimentos procesados, ya que estos pueden contribuir a la acumulación de placa.
4. Evita el tabaco: Fumar aumenta el riesgo de enfermedades de las encías y reduce la eficacia del tratamiento; dejar de fumar puede tener beneficios significativos para la salud bucal.
5. Controla el estrés: El estrés puede afectar la salud bucal; practica técnicas de manejo del estrés, como la meditación o el yoga, para reducir la tensión.
6. Monitorea cualquier cambio: Presta atención a cualquier cambio en tus encías, como inflamación, sangrado o sensibilidad; si notas algo inusual, consulta a tu dentista.
Por último, Silvia García, odontóloga de IMED Dental, recuerda que se encuentran pacientes en situaciones especiales que precisan un mayor control de su salud periodontal, como las embarazadas, en quienes puede ser más frecuente la gingivitis por los cambios hormonales; o en las enfermedades sistémicas, como la diabetes, puede aumentar su riesgo; así como la toma de ciertos medicamentos cuyos efectos secundarios pueden afectar a las encías, como el agrandamiento gingival; además de determinados factores genéticos, y unos antecedentes familiares de problemas de encías.
"La gingivitis no sólo afecta la salud bucal, sino que también se ha asociado con problemas de salud general, como enfermedades cardiovasculares. Mantener unas encías saludables puede contribuir a un bienestar general. Recuerda que la gingivitis es tratable y prevenible con medidas adecuadas de cuidado bucal, y con chequeos regulares con un dentista. Pero si avanza, la pérdida ósea es irreversible y compromete la estabilidad de la pieza dental. Pasa a denominarse periodontitis, comúnmente conocida como piorrea. Si tienes alguna preocupación específica o experimentas síntomas, es aconsejable buscar la orientación de un profesional de la salud dental", concluye esta experta.