Fumar aumenta la frecuencia de la apnea obstructiva del sueño al provocar inflamación crónica en las vías respiratorias

Archivo - Apnea del sueño.
Archivo - Apnea del sueño. - ISTOCK/ CHERRYBEANS - Archivo
Publicado: martes, 27 mayo 2025 14:20

MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -

Fumar aumenta la frecuencia y la intensidad de los episodios de apnea obstructiva del sueño, al producir una inflamación crónica en las vías respiratorias superiores, algo que afecta al 15 por ciento de los adultos, lo que tiene consecuencias como somnolencia diurna, deterioro cognitivo o mayor riesgo cardiovascular, según ha alertado la directora médica de Linde Médica, doctora Sandra Vañes.

"El tabaquismo produce inflamación crónica en las vías respiratorias superiores, las engrosa y favorece su colapso, aumentando la frecuencia e intensidad de los episodios de apnea", ha afirmado Vañes con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra este sábado.

La especialista también ha señalado que los fumadores presentan un mayor índice de apnea-hipopnea y niveles más bajos de oxígeno en sangre durante la noche, según un estudio publicado en la revista 'Scientific Reports'.

"Además, interfiere con la adherencia al tratamiento más común, el CPAP (presión positiva continua en la vía aérea), dificultando su eficacia y tolerancia", ha sostenido Vañes, explicando que los fumadores con apnea obstructiva del sueño requieren de presiones más altas para lograr los mismos efectos terapéuticos que otros pacientes.

Al presentar otros síntomas como congestión nasal, sequedad o sensación de ahogo, la persona puede acabar abandonando el dispositivo, lo que se traduce en un peor control de la enfermedad, un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares y un deterioro acelerado de la salud general.

"Las personas fumadoras requieren presiones más elevadas para mantener la vía aérea abierta, lo que puede generar molestias y reducir la comodidad del tratamiento. También es frecuente la congestión nasal, sequedad o sensación de ahogo, lo que puede hacer que abandonen el uso del dispositivo prematuramente, lo que tiene consecuencias directas y graves en su salud: problemas cardiovasculares, deterioro cognitivo y depresión. Y todo por un hábito evitable", ha añadido.

Aunque Vañes ha subrayado que dejar de fumar sigue siendo el "mejor tratamiento", ha manifestado que los avances en tecnología y la personalización de terapias representan un "horizonte de esperanza" para aquellas personas que arrastran los efectos del tabaco.

EL TABACO REDUCE EL NIVEL DE DESCANSO

Por otro lado, la directora médica de Linde Médica ha declarado que el tabaco también tiene un "impacto directo" en la calidad del sueño, pues altera "de forma significativa" los ciclos de descanso nocturno.

La experta ha citado a algunas investigaciones publicadas en revistas como 'Journal of Clinical Sleep Medicine', en las que se concluye que el consumo de nicotina reduce el sueño de ondas lentas y el sueño REM, además de aumentar la latencia del sueño, lo que conduce a un descanso "menos reparador".

De hecho, la nicotina estimula el sistema nervioso central, eleva la frecuencia cardíaca, incrementa la presión arterial y activa el cerebro, lo que interfiere en los procesos fisiológicos que inducen el sueño profundo.

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