MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
La resiliencia es la capacidad que tiene todo ser humano de superar la adversidad, un trauma, el duelo o incluso el miedo a momentos como los que estamos vieviendo con el coronavirus. Y, sí, la tenemos todos, aunque en unas personas es 'más fuerte' que en otras. Todo depende del entorno de la persona, del apoyo que tenga, de su personalidad, de los traumas o pérdidas previas que haya tenido, de sus vivencias personales, o de los modelos familiares con los que cuente, por ejemplo.
Así lo afirma en una entrevista con Infosalus, la psicóloga sanitaria de El Prado Psicólogos Ana María Egido, quien asegura por tanto que todas las personas tenemos esa capacidad de resiliencia, "otra cosa es que todo el mundo la pueda desarrollar o bien necesite ayuda".
De hecho, destaca que hay personas que no la necesitan para sobrevivir a un trauma, y "sólo un 20% desarrolla un trastorno de estrés postraumático". Otra de las variables que implica la misma está relacionada con el hecho de que en nuestra sociedad se tiendan a reprimir las emociones porque mostrarlas se asocia con debilidad o con ser más vulnerables, según lamenta Egido.
"Tratamos de no compartirlo y eso puede hacer que se bloquee nuestra capacidad natural de resiliencia", advierte con motivo de la publicación de 'Duelo y resilencia' (Oberon). Además, esta psicóloga recuerda que las investigaciones más punteras en este campo ponen de manifiesto que superar un duelo o acontecimiento traumático con resiliencia nos transforma en personas con más capacidad y fortaleza para superar los retos de la vida que están por venir, nos permite afrontar con mayor templanza las situaciones adversas, brindándonos soluciones más adaptativas ante los problemas, y con menos riesgos para nuestra salud física y emocional.
Según advierte la experta de El Prado Psicólogos (Madrid), ser resiliente no significa vivir ajeno al dolor o al sufrimiento, sino atraversarlo sin quedarnos atrapados en él, llevándolo como parte de nosotros, como experiencia útil para continuar adelante sin el equipaje de las emociones desagradables. "Sería algo así como vivir la experiencia, aprender de ella y dejar por el camino todo aquello que nos hace sentir resentimiento, venganza o miedo", agrega.
Con todo ello, la psicóloga defiende que todas las personas podemos ser resilientes tras experimentar un suceso traumático, eso sí, siempre pongamos en marcha las estrategias y actitudes necesarias para conseguirlo. "El camino de la resiliencia es un camino muy personal, que nace tras la vivencia de situaciones de crisis, y debe ser llevado a término por la propia persona. Los momentos más dolorosos después de una ruptura o del duelo tienen su esencia en un alto valor de supervivencia y crecimiento por la fortaleza y el desarrollo que nos proporcionan, nos dirigen hacia la introspección y hacen que se creen todos los mecanismos que nos están preparando para resurgir", advierte Egido.
Con el objetivo de no dejarnos vencer por la adversidad, esta psicóloga defiende que necesitamos conocer y recorrer los senderos que nos conducen a la resiliencia y para ello enumera los 15 pasos para conseguir esa transformación:
1.- Confía en tus capacidades. No te subestimes, si echas la vista atrás seguro que ya has superado situaciones que tú mismo pensabas imposibles.
2.- No rechaces tus limitaciones. Hay que conocerlas y aceptarlas. Todos tenemos aspectos que mejorar y podemos hacerlo a través de situaciones difíciles.
3.- Modula tus emociones, suaviza tus pensamientos. Para conseguirlo intenta distraerte en la naturaleza, con ejercicio, una dieta sana, dedica tiempo a tus hobbies, medita. Calmarás así tus emociones y reducirás la producción de pensamientos negativos.
4.- Busca el aprendizaje en cada situación. No hay que estancarse en la queja y el lamento tras la adversidad. Invierte tu tiempo no en mirar lo injusto de la situación sino en aprender de ella y salir adelante. La realidad no va a cambiar, sí puede hacerlo tu actitud.
5.- Dedica diariamente unos minutos a relajarte y meditar o simplemente estar en silencio. Dentro de nosotros están todas las respuestas.
6.- Crea un equilibrio entre la realidad objetiva y una visión esperanzadora y positiva de la misma. La manera en cómo nos enfrentemos a la situación depende de nuestra actitud. Trata de ver siempre el vaso medio lleno.
7.- Protégete de las personas pesimistas, se adaptan peor a los cambios.
8.- No te resistas, no trates de luchar contra los cambios de la vida. Sé flexible, no podemos parar las olas pero sí aprender a surfear.
9.- Perdona. Significa aceptar cómo han sucedido las cosas y liberar las emociones que nos bloquean y nos impiden avanzar. No significa caminar con rencor.
10.- Persevera.
11.- Utiliza el sentido del humor siempre que puedas.
12.- Déjate querer, déjate ayudar. El apoyo social es un pilar fundamental para las personas resilientes y que las diferencia de las resistentes, que no son capaces de pedir ayuda y no se dejan ayudar, y esto no es un signo de fortaleza. Dedica tiempo a tus relaciones personales.
13.- Sé creativo. Nos ayuda a encontrar diferentes alternativas de solución a problemas. Existen muchas formas de reinventarnos, tantas como seres humanos.
14.- Sé compasivo. Abraza tus experiencias, perdónate, lo estás haciendo lo mejor que puedes, así que no te castigues.
15.- Toma las riendas de tu vida, acepta el 100% de la responsabilidad de lo que haces con eso que te ha pasado, no dejes el barco sin patrón, nadie más puede ocupar ese puesto más que tú. Dirige el timón hacia tu propósito, no lo dejes en manos del tiempo.