MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El 13 de junio se celebra el Día Mundial del Cáncer de Piel. A día de hoy es el cáncer más frecuente en el ser humano, y el que ‘más fácil’ podemos prevenir, usando todos los días, por ejemplo, un fotoprotector solar.
De hecho, según defiende Helena Rodero, farmacéutica especialista en cabello y divulgadora científica, en una entrevista con Europa Press INfosalus, con motivo de la publicación de ‘Todo sobre tu pelo y tu piel’ (Penguin Random House), “el fotoprotector solar debería ser siempre nuestro cosmético de cabecera porque si no protegemos a nuestra piel frente a los efectos del sol aumenta el riesgo de cáncer de piel y de melanoma. Es una pena porque solemos acordarnos de él sólo en verano, cuando deberíamos emplearlo todo el año”.
“Si no nos aplicamos fotoprotector solar se nos acelera el envejecimiento de la piel, porque ésta va a envejecer, pero queremos hacerlo de la mejor manera posible. Si no lo usamos tendremos más arrugas, mayor flacidez, y manchas de lo que tendríamos si no nos protegiéramos del sol”, aclara esta experta.
“EL MEJOR PRODUCTO ANTIENVEJECIMIENTO”
Realmente, tal y como argumenta, la protección solar es el “único cosmético al que se le podría llamar antienvejecimiento con demostrada eficacia en múltiples estudios”. De hecho, recuerda que la radiación solar es la principal causa de envejecimiento de la piel. “Por eso, si te quitas esa parte del envejecimiento te quitas la mayor parte del envejecimiento acelerado”, asegura Helena Rodero.
Aquí, a su vez, esta farmacéutica recuerda que luego, fundamentalmente, hay dos radiaciones, la radiación ultravioleta B, que nos quema y aumenta el riesgo de cáncer de piel y de melanoma; y la ultravioleta A, que es estable todo el año y todo el día, y es la que nos envejece y también aumenta el riesgo de cáncer de piel y de melanoma. “Ambas se potencian, una potencia los efectos negativos de la otra”, remarca.
Hasta hace años, según prosigue, se creía que a la piel sólo la dañaba la radiación ultravioleta B, que es la que puede producir las quemaduras en la piel, la ‘B’ es de ‘burning’ o quemado en inglés; si bien indica que se ha descubierto que el sol emite diferentes radiaciones que incrementan el daño, como la radiación ultravioleta A, ‘A’ de ‘aging’ o envejecimiento en inglés, el “causante del fotoenvejecimiento (manchas, arrugas, flacidez), así que el fotoprotector también debería tener protección máxima de ultravioleta A.
“Da igual el motivo por el que te pongas el fotoprotector solar, quemarte, evitar el cáncer de piel, o porque no quieres acelerar tu envejecimiento; pero siempre debes ponértelo a diario y reaplicarlo”, asevera esta especialista.
ERRORES FRECUENTES CON LOS FOTOPROTECTORES
Con todo ello, le preguntamos a Helena Rodero cuáles son los principales errores que cometemos con el fotoprotector solar, indicando en primera instancia que nos ponemos menos cantidad de la que necesitamos.
“Hay que poner, aproximadamente, 1 mililitro cada vez que lo usemos. Un protector solar tiene 40-50 mililitros, y siempre te dura mucho tiempo; incluso hay personas que lo tienen del año pasado, aquí ya cometemos otro error”, señala. En concreto, en el libro detalla que deberíamos echarnos “lo que equivale a dos dedos bien copados de crema, 1,5 mililitros en el rostro y en el cuello.
Otro error es no reponerlo, tal y como zanja esta experta, de manera que si te lo pones a las 8 am y sales a las 15 pm del trabajo tendrías que reponer el fotoprotector solar porque el que te has puesto por la mañana se ha eliminado prácticamente, y más si tienes la piel grasa, según explica, porque ésta como que lo disuelve.
Después, a su juicio, utilizamos protector solar con color como único protector solar, y siempre vamos a usar menos cantidad de la que deberíamos porque el color no nos va a coincidir nunca con nuestra piel. “Por tanto, no nos va a proteger igual, lo utilizamos mal”, insiste Rodero.
CONSEJOS PARA ELEGIR EL MEJOR FOTOPROTECTOR SOLAR
A su vez, aconseja que elegir el mejor fotoprotector solar para cada persona es “clave” y para ello sugiere que nos debe gustar su textura, forma de aplicación, y su aroma para que no nos resulte molesto, y lo empleemos todos los días del año.
Utilizar un fotoprotector solar con al menos SPF50, siempre siendo preferible uno con SPF 50+ es lo idóneo, y recordando que los solares con SPF 100 no es que protejan más, “no aportan un 100% de protección”: “Hay una diferencia mínima entre un protector con SPF 50+ y con SPF 100, así que no merece la pena pagar la diferencia del precio que conlleva”.
En resumen, a la hora de decantarnos por un fotoprotector solar u otro, Helena Rodero recomienda que aparezcan estas siglas:
·SPF 50+
·UVA
·Presencia de antioxidantes que mejoren la fotoprotección (Vitamina C, vitamina E, ácido ferúlico, niacinamida)