MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Expertos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés), entre los que se encuentra su director y principal responsable de la lucha contra el coronavirus en EE.UU, Anthony Fauci, han reivindicado la necesidad de desarrollar una vacuna que proteja "contra la mayoría o todas las variantes".
"Aunque ya existen programas de investigación similares para otras enfermedades, como la gripe, la naturaleza cambiante del SARS-CoV-2 indica que serán necesarios para este virus", explican en un editorial publicado en la revista científica 'JAMA: The Journal of the American Medical Association'.
En su trabajo, estos autores describen cómo han surgido estas variantes, las preocupaciones sobre si las vacunas actualmente autorizadas para su uso seguirán protegiendo contra las nuevas variantes, y la necesidad de un enfoque global para luchar contra el SARS-CoV-2 a medida que se extiende y adquiere nuevas mutaciones.
Los investigadores señalan que el descubrimiento solapado de varias variantes del SARS-CoV-2 ha llevado a confundir los términos utilizados para denominarlas. La aparición de variantes del SARS-CoV-2 es tan reciente que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros grupos aún están desarrollando una nomenclatura adecuada para las distintas variantes.
En los últimos meses han aparecido numerosas variantes del SARS-CoV-2. Los autores señalan que las variantes conocidas como B.1.1.7 (identificada por primera vez en Reino Unido) y B.1.351 (identificada por primera vez en Sudáfrica) preocupan a los científicos por los nuevos datos que sugieren su mayor transmisibilidad.
Las variantes pueden llevar varias mutaciones diferentes, pero los cambios en la proteína de la espiga del virus, utilizada para entrar en las células e infectarlas, son "especialmente preocupantes" para estos autores. De la misma manera, indican que los cambios en esta proteína pueden hacer que una vacuna sea menos eficaz contra una variante concreta. Los autores argumentan que la variante B.1.351 puede ser parcial o totalmente resistente a ciertos anticuerpos monoclonales contra el SARS-CoV-2 cuyo uso terapéutico está actualmente autorizado en Estados Unidos.
"El reconocimiento de todas las nuevas variantes, incluida una nueva cepa emergente en California (20C/S:452R), requiere una evaluación sistemática", según los autores, que insisten en que el surgimiento de estas variantes es un recordatorio de que mientras el SARS-CoV-2 siga propagándose, tiene el potencial de evolucionar en nuevas variantes. "Por lo tanto, la lucha contra el SARS-CoV-2 y el COVID-19 requerirá una sólida vigilancia, seguimiento y despliegue de vacunas en todo el mundo", insisten.