Fascitis palmar, la patología que han padecido el Rey don Juan Carlos, Frank Sinatra, Paul Newman o Margaret Thatcher

Palma de la mano
Palma de la mano - SATJAWAT BOONTANATAWEEPOL
Actualizado: jueves, 24 noviembre 2022 10:07

   MADRID, 24 Nov. (EDIZIONES) -

   Fue el cirujano francés Guillaume Dupuytren en 1831 el primero en describir la enfermedad de Dupuytren o fascitis palmar y su tratamiento quirúrgico. Se trata de una patología que no es dolorosa, pero sí progresiva, y que consiste en el engrosamiento de la fascia palmar de la mano. Como dato anecdótico son muchos los famosos que han padecido esta patología, tales como Margaret Thatcher, Ronald Reagan, Paul Newman, Frank Sinatra, e incluso el rey emérito Don Juan Carlos.

   Concretamente, la fascia palmar es un tejido situado debajo de la piel y la grasa de la mano. El doctor Fernando Aranda, cirujano de mano y nervio periférico, y miembro del servicio de Cirugía de la Mano del Hospital Universitario Ramon y Cajal de Madrid resalta en una entrevista con Infosalus que se trata de una enfermedad "muy frecuente", que afecta al 3-6% de la población, pero muchas veces infravalorada, lo que conlleva una consulta con el especialista de forma tardía y en una situación evolucionada.

   "Esto significa que es vital la consulta con el especialista en la fase inicial de la enfermedad, dado que los resultados quirúrgicos son mejores cuanto antes se realice la intervención quirúrgica", advierte el también responsable de la unidad de mano y microcirugía de la Clínica Alai.

IDENTIFICAR EL PROBLEMA

   ¿Cómo identificar que tenemos un problema en este sentido? Este experto cuenta que la "hiperproliferación" de la fascia palmar puede dar lugar a un nódulo duro o a una banda gruesa que con el tiempo puede provocar la retracción paulatina de los dedos "doblándose" hacia la palma.

   Dice que el paciente típico es un varón de raza blanca de una edad cercana a los 60 años, y que generalmente lleva arrastrando la enfermedad varios años antes de consultar al especialista. Sostiene el doctor Aranda que es una enfermedad hereditaria cuya causa sigue siendo una incógnita pero se conocen factores predisponentes como son el tabaquismo, la epilepsia, los traumatismos, la diabetes, o el hábito enólico. "Es una enfermedad más frecuente en hombres que en mujeres", apostilla este cirujano.

   Señala asimismo que se trata de una patología, llamada enfermedad de Dupuytren, que progresa lentamente: "Generalmente comienza con un engrosamiento de la piel de la palma de la mano que acaba generando bultos o hoyuelos. En etapas posteriores se forman cordones de tejido bajo la piel de la mano que, con el tiempo, acaban flexionando los dedos hacia la palma".

   Es mas, el especialista del Hospital Ramón y Cajal subraya que no hay constancia de que ningún movimiento o esfuerzo con la mano pueda ser responsable directo de esta patología, aunque afirma que sí se ha visto que los microtraumatismos o las fracturas pueden estar relacionadas con su aparición.

   Ahora bien, este especialista de la mano reseña que no existen tratamientos para prevenir la enfermedad, si bien confirma que diversos estudios han comprobado que evitar los factores predisponentes, como el consumo de alcohol o de tabaco, pueden minimizar la progresión de la enfermedad.

ESTAS SON LAS POSIBILIDADES TRATAMIENTO

   En este contexto, el miembro del servicio de Cirugía de la Mano del Hospital Universitario Ramon y Cajal de Madrid precisa que existen dos tipos de tratamiento. En primer lugar, cita que el tratamiento estándar es la cirugía o 'fasciectomía selectiva': "Consiste en incidir la piel en forma de zig-zag y escindir la fascia afecta retirando el tejido fibroso; de esta manera, se logra la extensión máxima de los dedos afectados; es una técnica precisa que ha de realizarse con gafas de microcirugía para evitar lesiones ya que el trayecto de los nervios de la mano se entrecruza frecuentemente con la fascia afecta".

   Sobre esta técnica el experto manifiesta que, en raras ocasiones, pueden ser necesarios injertos de piel para reemplazar la piel dañada por la enfermedad. "Estos son tomados de otras zonas del cuerpo (donde sobra piel) e injertados en la zona carente de una buena cobertura. Después de la cirugía es fundamental iniciar una rehabilitación precoz para incrementar la movilidad y la función de la mano", agrega.

   Añade en este sentido que es necesario operar en el momento en el que el paciente colocando la mano palma abajo es incapaz de posicionarla totalmente extendida sobre una mesa ("table test"). A su vez, afirma que el pronóstico tras la cirugía es muy bueno y ha de llevarse a cabo por un especialista de mano, para minimizar el riesgo de recaídas futuras, o de lesiones de estructuras vasculonerviosas.

   Posteriormente, una segunda opción para el tratamiento de la fascitis palmar, según este especialista del Hospital Ramón y Cajal, son las infiltraciones con colagenasa, un procedimiento reservado a pacientes con contracturas leves, edad avanzada, comorbilidad asociada, o que no deseen ser intervenidos.

   "Es un tratamiento con nulos o mínimos efectos adversos que consiste en infiltrar una solución enzimática dentro de la cuerda afectada (extraída de Clostridium histolyticum), para en un segundo tiempo (a las 24-48 horas) proceder al proceso de rotura de la cuerda ejerciendo un movimiento de extensión suave sobre el dedo. Se trata de una técnica con buenos resultados", asegura el doctor Aranda.