MADRID 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la 'Copa COVAP', iniciativa deportiva y educativa infantil organizada por COVAP, Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches, y del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, han avisado de la importancia de cuidar la microbiota en los primeros años de vida para reducir la tasa de alergias.
Y es que, tal y como han detallado, existe un desequilibrio entre el sistema inmunitario y este conjunto de microorganismos que viven en el ser humano puede ser el origen de un gran número de enfermedades, como son las autoinmunes o la alergia.
"El periodo clave en las características cualitativas y cuantitativas de la microbiota son los 3 primeros años de vida. A partir de entonces y, sobre todo, después de la adolescencia, la microbiota será igual a la del adulto. Por ello, los acontecimientos que ocurren en los primeros años de vida, como el tipo de parto, la lactancia, el uso de antibióticos, el número de convivientes o la convivencia con mascotas, o vivir en un medio rural o urbano, van a modular las características de este conjunto de microorganismos", ha dicho la jefa de la Unidad de Inmunología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, Aurora Jurado.
Por este motivo, desde la 'Copa COVAP' y el hospital han incidido en la importancia de cuidar la microbiota en edades tempranas, ya que es la etapa donde se enriquece y desarrolla para alcanzar la madurez. De hecho, en los últimos años, gracias a las técnicas de secuenciación masiva, se ha podido conocer más la microbiota y su relación con la salud y la enfermedad.
En este sentido, según una investigación del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga, la prevalencia de la alergia alimentaria está aumentando en países desarrollados, alcanzando tasas de alrededor del 8 por ciento en niños y del 3 por ciento en adultos.
Y es que, según este estudio, el ecosistema microbiano intestinal parece estar relacionado con el riesgo de desarrollar alergias, y la etapa infantil adquiere una importancia clave, ya que los malos hábitos de vida están relacionados con enfermedades como esta.
Además, el modo de vida actual ha originado cambios negativos en la microbiota de los seres humanos. Tanto es así que, según otro estudio de la Universidad de Granada, donde se hace referencia a la prevalencia del sobrepeso (50%) y la obesidad (24%) de la población europea, ya se menciona la relación entre la actividad física, la microbiota intestinal y su influencia en la obesidad.
"Los cambios que la actividad física puede inducir en la composición y proporción de la microbiota podrían neutralizar la progresión de la obesidad y disminuir el peso corporal. El ejercicio o la forma física se están estudiando como terapias no farmacológicas útiles para reducir las vías de señalización relacionadas con la inflamación", detalla el estudio.
Esto queda reafirmado con otro trabajo de investigación publicado en 2022 que evalúa la relación entre microbiota y ejercicio y que sugiere que las modificaciones de la microbiota intestinal contribuyen a la pérdida de peso, inducida por la actividad física en la obesidad, aunque está por determinar de modo preciso cómo influyen estas variaciones.
No obstante, aunque la doctora ha señalado que "aún no se ha definido en qué medida los cambios en la microbiota pueden derivar en diferentes enfermedades", la disbiosis o desequilibrio de la flora intestinal se ha identificado como causa de muchos procesos patológicos, que van desde la obesidad y el síndrome metabólico a enfermedades neurológicas o patologías inmunomediadas, como la enfermedad inflamatoria intestinal y las alergias.
La microbiota también puede alterar nuestro estado de ánimo, comportamiento o afectividad, ya que el eje intestino-cerebro ha cobrado una importancia muy relevante en los últimos años, abriendo así un campo inmenso en el ámbito de la salud mental. Por ello, la doctora ha recomendado educar a la población infantil en una dieta natural y equilibrada como la mediterránea y rica en fibras.
"Hay alimentos que se comportan como prebióticos y favorecen una flora intestinal beneficiosa, como verduras y frutas, que aportan polifenoles con función antioxidante, entre otros elementos beneficiosos. Por cierto, el aceite de oliva también es rico en polifenoles", ha zanjado.