Un experto señala que la calidad del semen puede verse afectada por el estrés, medicamentos y deporte de alta intensidad

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Archivo - Esperma, semen - UGURHAN/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 11 septiembre 2023 12:37


MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

Existen agentes externos que pueden perjudicar la calidad espermática, como el estrés, algunos medicamentos o la práctica de deportes de alta intensidad, según ha manifestado el cofundador y director médico de Ginemed, grupo sanitario especializado en medicina reproductiva, Pascual Sánchez.

Según los estándares marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 30 y el 50 por ciento de los hombres en edad fértil tiene un semen de baja calidad. Esta calidad depende, generalmente, de cómo haya sido el periodo de formación de los espermatozoides, conocido como espermatogénesis. Si este proceso de desarrollo presenta fallos, la producción o la calidad de espermatozoides pueden verse afectadas.

En este sentido, Sánchez ha advertido que la calidad espermática puede disminuir también por factores externos ajenos al proceso de espermatogénesis. En el caso del estrés, existen varios estudios que indican que la ansiedad por diversas vías neuro-endocrino-inmunológicas contribuye a la perdida de la calidad espermática.

Por su parte, algunos determinados medicamentos y tóxicos pueden alterar la regulación celular. También existen sustancias como son los disruptores estrógénicos (sustancias similares a la estructura de hormonas, que están presentes en muchos productos de uso corriente), además hay suplementos dietéticos que llevan esteroides anabolizantes que se utilizan para ganar masa muscular.

Estas sustancias reducen la calidad del esperma. En algunas ocasiones sus efectos son reversibles cuando se abandona el consumo, pero en otras, solo se logran recuperaciones parciales o a veces llegan a tener efectos irreversibles.

Los deportes de alta intensidad y sedentarismo también pueden perjudicar la calidad del esperama. La práctica habitual de deportes de alto impacto o de esfuerzos muy intensos, así como la vida sedentaria, son actividades situadas en los extremos, que son negativas para la fertilidad, y para la salud en general.

Hay que tener en cuenta otros factores en la calidad del semen, como la edad, los problemas hormonales, las altas temperaturas y el alcohol, tabaco y drogas.

En este sentido, la medicina reproductiva ofrece opciones a aquellos hombres con baja calidad espermática. "El problema de las alteraciones que se producen como consecuencia de las alteraciones durante la espermatogénesis puede dificultar o impedir la consecución del embarazo de forma natural", ha indicado Sánchez.

Por este motivo, los tratamientos de reproducción asistida, como la inseminación artificial y la fecundación 'in vitro' (FIV), pueden ser la solución para aquellos hombres con baja calidad espermática que sueñan con formar una familia, ha señalado el experto.

Las causas de infertilidad masculina están directamente relacionadas con las características del semen y los espermatozoides que contiene. En unos casos, la presencia de espermatozoides en el eyaculado es nula (azoospermia), bien porque no se fabrican, por estar obstruida la salida o por eyaculaciones retrogradas.

En otros, hay eyaculaciones de bajo volumen (hipospermia), o de baja producción de espermatozoides (oligozoospermia). Otras alteraciones que pueden sufrir los hombres en su esperma son las anomalías morfológicas (terazoospermia) o la movilidad reducida (astenozoospermia). También están los problemas en la fragmentación del ADN, y en muchas ocasiones los problemas van asociados.

Para determinar la calidad espermática del varón, existen varios estudios del semen. El estudio más básico es el seminograma, una prueba analítica en la que se estudian diferentes características de los espermatozoides, como su movilidad, morfología o concentración. Otra prueba básica es la fragmentación del ADN espermático.

Estos parámetros son los que diferencian a un espermatozoide sano de uno alterado, ya que, para la consecución de un embarazo se requiere un mínimo de espermatozoides en el eyaculado, con un desplazamiento adecuado, que tengan una correcta morfología para lograr la entrada en el óvulo y que aporten un material genético sin daño para que se use en la fecundación.

Asimismo, Sánchez ha afirmado también que, tras estudiar el caso, se puede decidir de qué manera se obtendrá el semen del varón, ya que no siempre se procede de la misma forma. Se valorará el tiempo de abstinencia, la recogida de modo completo o en dos fracciones -ya que cada parte del eyaculado es diferente-, o incluso si hay que extraer los espermatozoides mediante biopsia testicular.

"Cada caso se trata de modo particular en las tres etapas del semen, primero durante el periodo de fabricación de los espermatozoides, después durante la recogida del semen y por último durante la selección que hace el laboratorio de reproducción asistida. Este es el modo de asegurarnos la mejor calidad posible y por tanto conseguir las mejores tasas de gestación en cada caso", ha destacado el ginecólogo.

Cabe destacar que, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), la infertilidad del varón está presente como factor de peso en un 30 por ciento de los casos de parejas con problemas de reproducción.