MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El responsable de la Unidad de Glaucoma del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, Pedro Pablo Rodríguez, ha alertado sobre las causas que pueden facilitar el desarrollo del glaucoma en personas jóvenes, como el glaucoma congénito, juvenil, inducido por esteroides o el traumático.
En este sentido, el experto advierte que el glaucoma puede llegar a producir la pérdida total de la visión si no se trata a tiempo, puesto que en sus fases iniciales no presenta síntomas; es una patología silenciosa. Hasta que no hay una pérdida repentina de la visión, fuertes dolores en el ojo o en la frente, enrojecimiento ocular, náuseas y vómitos o visión de arcoíris, el paciente no asume
que algo va mal y acude al oftalmólogo.
Por ello, Rodríguez Calvo insiste en la importancia de acudir a revisiones oftalmológicas periódicas, tanto al paciente que tiene antecedentes familiares con glaucoma, como también a jóvenes miopes para revisarles el fondo de ojo y comprobar que su salud ocular es la adecuada, puesto que un ojo miope por encima de lo normal puede tener predisposición a desarrollar otras alteraciones visuales como: desprendimiento de retina, maculopatías miópicas, alteraciones del nervio óptico o glaucoma.
En concreto, las personas menores de 20 años pueden desarrollar glaucoma, concretamente de dos tipos: congénito y juvenil. El glaucoma congénito se suele identificar por una tríada clásica en el
primer año de vida que, en un 80% de los casos, incluye epífora, blefaroespasmo y fotofobia.
Los bebés afectados suelen presentar lagrimeo y ojos enrojecidos, opacidad corneal y agrandamiento ocular ocasionado por el estiramiento del ojo inmaduro debido a la elevada presión intraocular. Este diagnóstico debe ser realizado por un oftalmólogo para que pueda ejecutar una exploración completa, y en ocasiones es necesario efectuar la exploración bajo sedación, para facilitar la colaboración del paciente.
Por su parte, el glaucoma juvenil tiene una incidencia de 1 por cada 300.000 personas menores de 20 años. "Suele aparecer entre los 5 y 18 años, aunque puede presentarse más tarde. En estos casos se debe ofrecer consejo genético a los individuos con la mutación causante de la enfermedad informándoles de que existe un 50% de riesgo de transmitir la mutación a su descendencia", ha sostenido Rodríguez Calvo.
Asimismo, el experto ha destacado el glaucoma pigmentario se asocia a otra causa conocida que acaba derivando en un problema de la regulación de la presión intraocular. "Este tipo de glaucoma se
debe a una mala posición del iris, que puede rozar con el cristalino. Esta anatomía ocular del paciente es lo que genera la aparición de esta patología, siendo los pacientes jóvenes varones y
los miopes los más afectados", ha explicado.