MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El doctor Mario Alonso Puig, médico, cirujano, conferenciante y escritor, ha destacado que la información genética influye en la forma en la que se responde ante situaciones difíciles y/o adversas de la vida, como la pandemia.
"El estrés, la adversidad o diferentes eventos traumáticos, pueden afectar al equilibrio emocional y son varias las investigaciones en este campo que muestran una compleja interacción entre factores genéticos y ambientales", ha señalado durante el evento 'Más allá de la Medicina Personalizada de Precisión', organizado por la Fundación Instituto Roche.
"Se ha observado que los procesos mentales, culturales, el entorno social, la educación, entre otros, tienen un impacto a nivel genético y pueden favorecer o impedir que determinados genes se expresen. El 'interruptor' que hace que un gen se exprese o no, se conoce como epigén, de ahí surge la epigenética", ha comentado el doctor Alonso Puig.
Con un enfoque humanista, el doctor Alonso Puig ha analizado cómo las características de los individuos no solo dependen de la información genética almacenada en el genoma, sino que son el resultado de la combinación de los genes y muchos otros factores externos. En concreto, actualmente se sabe que "el amor, la empatía, el reconocimiento, el hecho de sentirse querido y valorado, activan mecanismos epigenéticos que favorecen el funcionamiento cerebral y del sistema inmune", ha añadido.
A lo largo de su vida, un individuo está expuesto a multitud de factores no genéticos (exposoma), como los contaminantes ambientales, agentes infecciosos o el propio entorno socioeconómico, que condicionan el estado de salud o enfermedad por su capacidad para activar o desactivar genes que actúan como interruptores para desarrollar ciertas enfermedades. De hecho, ya ha sido posible establecer relaciones de causa-efecto entre factores no genéticos que componen el exposoma y patologías concretas.
Gracias a los mecanismos epigenéticos, el ser humano es capaz además de modificar la expresión de los genes al entorno concreto en el que vive cada persona; funcionando como una especie de registro del entorno, una memoria del medioambiente al que estuvieron expuestos.
EL PAPEL DEL CORTISOL
Asimismo, como ha destacado el doctor Alonso Puig durante su conferencia, la resiliencia tiene mucho que ver con la capacidad de las personas de resistir a situaciones de estrés. En esos momentos de tensión, hay varias moléculas, entre las que destaca el cortisol, "de una importancia extraordinaria en la expresión de ciertos genes, a través de mecanismos epigenéticos.
En este sentido, resalta, la epigenética es "la gran oportunidad" para trabajar con los aproximadamente 20.000 genes que forman el genoma humano y lograr que se expresen aquellos, cuyo impacto es beneficioso mientras se evita, en la medida de lo posible, que se manifiesten aquellos genes cuyos efectos son negativos", ha precisado el especialista.
A su vez, el vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, Federico Plaza, ha subrayado que, desde la Fundación, "se quiere seguir apostando por la medicina del futuro" y ha incidido en que cada vez "se dispone de más información que nos enseña que el entorno en el que vivimos o nuestro estilo de vida juegan un papel muy importante en nuestra salud".
"Podemos decir que el estrés, la adversidad, o diferentes eventos traumáticos, nos afectan de manera distinta dependiendo de nuestros genes; pero también sabemos que el ser humano es más complejo y que disponemos de mecanismos epigenéticos capaces de modificar la expresión de nuestros genes en función del entorno en que vivimos", ha agregado Plaza.