MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El dolor lumbar es una queja común en la población general, "pero ha ganado aún más protagonismo en el contexto del teletrabajo", según la directora asistencial y fisioterapeuta de Onelife Center, Alexandra Alonso, quien explica que podría ser debido a un mal ajuste de las pantallas, no respetar los tiempos de descanso o la adaptación de posturas inadecuadas, entre otras.
"La ausencia de sillas ergonómicas, mesas ajustables, pantallas de ordenador colocadas a alturas inadecuadas para el desempeño laboral, pueden tener un impacto negativo en la postura y la comodidad durante las horas de trabajo", afirma.
Mientras que un entorno de oficina tradicional los empleados suelen moverse, caminar o estirarse durante las pausas para el café o las reuniones cara a cara, en casa, los trabajadores a menudo pasan horas sin levantarse de sus sillas.
Asimismo, la fisioterapeuta añade que otra de las causas más relevantes del dolor lumbar es la falta de actividad física durante el teletrabajo, pudiendo derivar en una disminución de la fuerza muscular y la flexibilidad de la espalda. La obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo son otras de las causas importantes.
Cuando el dolor lumbar tiene una duración superior a los tres meses y hay hasta tres recurrencias del mismo tipo de dolor a lo largo del año, pasa a denominarse dolor lumbar crónico. Esto se debe a la producción de sustancias inflamatorias que no sólo afectan al tejido sino también a otras áreas de nuestro sistema nervioso central.
Algunas de las causas que hacen que el dolor lumbar llegue a cronificarse son el estrés, sedentarimos y la falta de actividad física. Durante los últimos años, el dolor lumbar se ha convertido en la primera causa de discapacidad laboral tanto a nivel mundial como en España.
La fisioterapeuta de Onelife Center recuerda la importancia de acudir a un centro especializado si los síntomas no ceden en unos días. También advierte del peligro que supone autodiagnosticarse y automedicarse.
"El abordaje debe realizarse desde diferentes áreas según la persona que lo padece que abarcan la fisioterapia, la medicina, la psicología, la nutrición, la educación en neurociencia del dolor y el ejercicio terapéutico", añade Alexandra Alonso.