MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las rutinas que los niños han llevado durante el verano cambian con la 'vuelta al cole', por lo que seguir ciertos hábitos ayuda a que estos lo afronten de la manera más llevadera posible, como por ejemplo, evitar las prisas de última hora para organizar el material escolar, ya que esto les generará inseguridad a la hora enfrentarse de nuevo a la rutina, según la responsable del área pediátrica de HLA Vistahermosa, Mariola García.
En concreto, la doctora ha señalado que es conveniente que ellos colaboren en esa preparación, pues no estarán preocupados y dejarán de sentir ansiedad. "Los padres tienen que estar preparados para trasmitir una actitud positiva en ambiente familiar favorable, que haga que el niño se sienta más seguro y se adapte mejor a su nuevo ritmo de vida", ha explicado la especialista.
Así, la doctora ha recomendado también que, quince días antes de iniciar el curso escolar, se establezcan nuevos horarios de sueño, durmiendo antes y levantándose más temprano, evitando que los niños ingieran alimentos estimulantes como los dulces, chocolates y bebidas excitantes que puedan interferir con un correcto descanso, dejándoles dormir una o dos horas más durante los fines de semana.
Otra de las recomendaciones está relacionada con calcular bien el tiempo que el niño necesita para levantarse, desayunar y trasladarse al centro escolar, para evitar estrés. Además, hay que cuidar la alimentación, tanto que, en el cole, se debe conocer el menú escolar para complementarlo en casa durante la cena y ofrecer una dieta equilibrada, ya que el déficit de vitaminas y otros nutrientes, generan problemas médicos como cansancio o falta de concentración.
Igualmente, se debe crear una rutina de estudio (repaso de las actividades académicas y las tareas para casa) y establecer unas "reglas claras" sobre el tiempo que se dedica a las actividades extraescolares y lúdicas, pues es "muy importante" que el niño tenga tiempo para jugar.
Todo ello pasa también por la actitud que tengan los padres con el niño, ya que estos tienen que servir de ejemplo, resaltando siempre lo bueno del colegio, manteniendo una actitud positiva, paciente y firme. Además, estos deben dedicarle tiempo jugando con él y animándole a compartir sus experiencias en el colegio.
"Los padres deben entender que es una etapa de transición, que en la mayoría de los niños se resuelve en una semana. Pasado este tiempo, si el niño sigue sin querer ir al colegio, desmotivado, con angustia, debilidad, cambios de humor o comienza a somatizar con molestias abdominales o dolores de cabeza, puede tratarse de los síntomas de un síndrome postvacacional o alguna otra enfermedad. En este caso, debes acudir a su Pediatra", ha concluido la doctora García.