MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de Johns Hopkins Medicine (Estados Unidos) han encontrado evidencia científica de que la inhalación de vapor de tabaco calentado a través de los cigarrillos electrónicos está relacionada con mayores probabilidades de asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), unas enfermedades que también están causadas por fumar cigarrillos tradicionales.
Según su trabajo, realizado a través del uso de datos de una gran encuesta telefónica del Gobierno estadounidense en adultos, las probabilidades de desarrollar EPOC podrían ser hasta seis veces mayores cuando la gente fuma de forma regular, en comparación con los que no consumen ningún producto de tabaco.
Los investigadores puntualizan que sus estudios no se diseñaron para mostrar que el vapeo causa directamente enfermedad pulmonar, sino solo si hacerlo se asociaba con una mayor probabilidad de tener estas enfermedades. Los investigadores tampoco distinguieron entre el tabaco en forma de vapeo y el cannabis. También comentan que las encuestas telefónicas podrían no ser del todo fiables. Sin embargo, afirman que sus hallazgos demuestran la necesidad de continuar la investigación con los consumidores de cigarrillos electrónicos a lo largo del tiempo para confirmar y aclarar los riesgos.
"Aunque los cigarrillos electrónicos pueden resultar más seguros en general que el tabaco tradicional, nuestros estudios se suman a la creciente evidencia de que conllevan riesgos para la salud", explica Michael Blaha, uno de los líderes del estudio, que se ha publicado en la revista 'American Journal of Preventative Medicine'.
Los investigadores aprovecharon los datos de una encuesta nacional recopilados por el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductuales de 2016 y 2017 de Estados Unidos. Esta encuesta anual, encargada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), consistió en entrevistas telefónicas a más de 400.000 adultos y proporciona datos sobre conductas de riesgo relacionadas con la salud y patologías crónicas.
Casi el 11 por ciento de los usuarios de cigarrillos electrónicos reportaron tener asma, en comparación con el 8 por ciento de aquellos que nunca habían usado estos productos. Las personas que reportaron usar los cigarrillos electrónicos fueron un 39 por ciento más propensos a identificarse como asmáticos.
"Como médico, me preocupan más los que usan tanto los cigarrillos electrónicos como los combustibles porque pueden terminar consumiendo la mayor cantidad de nicotina, que puede hacer el mayor daño. A través de las campañas de salud pública, finalmente hemos logrado reducir los niveles de tabaquismo en algunas poblaciones, pero ahora, con la actual epidemia que se está gestando, preveo que toda una nueva generación joven, anteriormente no iniciada en el tabaco, se volverá dependiente de la nicotina si no intensificamos los esfuerzos de educación en salud pública", advierte otro de los autores, Albert Osei.