MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
La administración de calcifediol en pacientes con COVID-19 podría ser una opción terapéutica de éxito, según reflejan los primeros datos de un estudio preliminar desarrollado en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y el Hospital Reina Sofía de esta misma localidad andaluza.
Se trata del primer estudio piloto de intervención desarrollado en todo el mundo sobre sistema endocrino de la vitamina D y COVID-19, en el que se suplementó a los pacientes con calcifediol (25- OH-vitamina D). En él han participado 76 pacientes hospitalizados por COVID-19 confirmada mediante PCR y afectación pulmonar (neumonía bilateral), que recibieron el tratamiento estándar establecido por los protocolos clínicos del momento como el mejor posible. Además, los 76 pacientes fueron aleatorizados a recibir suplementación con calcifediol oral cápsulas blandas (n=50) o no (n=26).
Según la información publicada, de los 50 pacientes tratados con calcifediol oral, solo uno requirió ingreso en UCI (2%), frente a los 13 del grupo que no fue suplementado (50%). Estos datos parecen avalar la hipótesis de que la activación del sistema hormonal D podría reducir el riesgo de aparición del Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) en pacientes afectados por la COVID-19.
El consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, ha asistido a la presentación de este estudio subvencionado con el Programa de Investigación Clínica en COVID-19 dirigido a dar una mejor respuesta frente a esta patología. "Gracias a los excelentes resultados que está propiciando este ensayo clínico nos estamos planteando su ampliación a uno multicéntrico en toda la Comunidad Autónoma de Andalucía para consolidar los resultados obtenidos y con ello alcanzar la finalidad de poder beneficiar bajo este tipo de acción al mayor número de pacientes posible, dotando de la suficiente evidencia científica al Sistema de Salud para que se puede proceder a una aplicación generalizada", ha señalado Aguirre.
"Estamos realmente orgullosos de poder presentar los resultados de esta investigación, los cuales resultan realmente esperanzadores para el tratamiento de la COVID-19. Hemos observado que con la administración de calcifediol se reduce en un 97 por ciento el riesgo de ingreso en UCI en los casos de pacientes más graves", explica el doctor José Manuel Quesada, profesor honorífico de la Universidad de Córdoba, investigador del IMIBIC y coordinador de este estudio.
Los autores de la publicación exponen que su estudio piloto demuestra que la administración de dosis altas de calcifediol reduce el riesgo de ingreso en UCI en pacientes con COVID-19 confirmada, pudiendo este tratamiento ser capaz de reducir la severidad de la enfermedad. Son resultados que están despertando un gran interés entre la comunidad científica internacional. En las últimas semanas se ha puesto marcha una segunda fase del estudio con una mayor muestra de pacientes.
Se ha observado que muchos pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) por COVID-19 tienen déficit de vitamina D, y que estas concentraciones bajas de 25 (OH) D se asocian a una mayor susceptibilidad ante la infección por SARS-CoV-2 y a una peor evolución de la enfermedad.
La elección de calcifediol como tratamiento para este estudio no ha sido casual, es el tratamiento elegido porque permite una muy buena absorción (cercana al 100%) y puede subir rápidamente las concentraciones séricas de 25 (OH) D al no necesitar la metabolización hepática. De esta manera, los pacientes llegan a niveles séricos de entre 40-60 ng/mL necesarios para combatir la hiperinflamación producida por la tormenta de citoquinas/chemoquinas. Esta tormenta inflamatoria genera uno de los procesos más graves y determinantes del pronóstico de la COVID-19: el Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA). Más del 40 por ciento de los pacientes hospitalizados por neumonía por COVID-19 desarrollan SDRA, de los cuales hasta el 50 por ciento fallecen finalmente.
"La activación del receptor de la vitamina D produce una activación de nuestro sistema de inmunidad innata, el cual puede resultar beneficioso en el tratamiento del SDRA, reduciendo la hiperactivación del sistema Renina-Angiotensina-bradiquinina, modulando la actividad de los neutrófilos, así como estimulando el mantenimiento de la integridad del epitelio pulmonar y su reparación en caso de daño", explica el doctor Luis Manuel Entrenas, neumólogo del Hospital Reina Sofía de Córdoba e investigador de este estudio.